Abstractio Cuir: Abstracción en el arte cuir costarricense

Exposición

Fecha

Del 27 de junio al 21 de septiembre de 2025.

Horario

Inauguración 27 de junio, 7pm. Abierta todos los días de 9am a 9pm

En Costa Rica, durante el período de 1953 a 1954, Margarita Bertheau se adentró en un estilo pictórico con inclinación hacia la abstracción (Fernández-Rojas, 2024). En este lapso, Bertheau llevó a cabo dos exposiciones en donde predominan las pinturas abstractas, marcando el primer diálogo de este movimiento con el público costarricense. Las primeras exposiciones íntegramente dedicadas al arte no figurativo se realizaron en 1958, con la participación de artistas como Lola Fernández, Rafael Ángel «Felo» García y Manuel de la Cruz González. Posteriormente, en 1961, la aparición del Grupo Ocho contribuyó de manera significativa a la difusión del arte abstracto en el país.

A partir de la década de 1980, el arte no figurativo experimentó un notable impulso a nivel nacional. Es relevante señalar que los nuevos exponentes de la abstracción durante este periodo incluyeron a personas sexualmente disidentes, lo cual invita a considerar las condiciones sociales que pudieron influir en su inclinación hacia la creación de arte no figurativo o abstracto. Destacan en esta generación artistas como Fabio Herrera Martínez y Mario Maffioli Reyes. Asimismo, Alina González, una artista de considerable trayectoria, comenzó a abordar la temática de la identidad de género más recientemente, lo que podría sugerir la influencia de limitantes culturales previas.

Durante la década de 2000, artistas sexualmente diversos encontraron en el arte un campo para el activismo, ejemplificado por exposiciones como «Vergüenza Ajena» de Roberto Guerrero en 2015. Aunque en este periodo se observa un distanciamiento de la abstracción por parte de muchos artistas sexualmente diversos, aquellos provenientes de zonas fuera del Área Metropolitana, como Jonatan Alfaro (Grecia) y Mario Cárdenas Hernández (San Ramón), se decantaron inicialmente por la producción de obra no figurativa, a pesar de poseer la habilidad para el arte figurativo.

En 2018, la exposición «El Cuerpo Trans/Gredido» de Alina González ofreció una visibilización de los cuerpos trans. Sin embargo, fue en la exposición «El Tránsito de la Corporalidad es Inmensa» de Emma Segura, en 2021, donde la abstracción en sus esculturas blandas reestableció la conexión entre una manifestación del arte no figurativo y una temática queer. Es fundamental señalar que estas dos artistas, junto con otros de este periodo, fundamentan sus obras en un sólido trasfondo teórico-conceptual que aborda la condición de la población LGBTIQ+ a nivel nacional.

A pesar de la necesidad de una investigación más profunda sobre la relación entre la abstracción y sus creadores queer, es notoria una tendencia a partir de la década de 1980 en el país, particularmente en hombres homosexuales y en la creación de obras no figurativas por parte de artistas de zonas rurales, al menos de manera inicial al establecerse en el Valle Central.

Es evidente que la producción de arte abstracto a nivel nacional ha experimentado un descenso, atribuible en parte a la necesidad de los artistas contemporáneos de manifestar sus intereses de una manera más explícita. Sin embargo, es crucial no olvidar los elementos históricos y sociales que influyeron en la tendencia de estos artistas a crear arte no figurativo en el pasado. Mientras existan individuos que no puedan expresarse ni amar libremente, el arte abstracto conservará un lugar trascendental como vía de manifestación.

Gary Hior
Curador

Artistas

Ale Rambar
Alina González
Diana Gardeneira
Dino Urpí
Emma Segura Calderón
Erik F. Rojas
Fabio Herrera
Guillermo Jiménez
Javier Martén
Jonatan Alfaro
Jorge Murillo
Mariela A. Porras-Chaverri
Mario Cárdenas Hernández
Mario Maffioli
Néstor Fajardo
Roberto Lizano


OBRAS

In memoriam Guillermo Jiménez Sáenz

Guillermo Jiménez Sáenz (1922-1988) fue un destacado pintor costarricense, reconocido por su papel como precursor del arte abstracto en Costa Rica.

En 1956, Jiménez obtuvo la Licenciatura en Bellas Artes de la Universidad de Costa Rica. Al año siguiente, se incorporó como catedrático de la técnica al óleo en la misma institución. Su influencia en la academia se expandió en 1960, al asumir la cátedra de Apreciación de Artes Plásticas en el Departamento de Estudios Generales. Desde ese año y hasta 1972, desempeñó un rol fundamental como vicedecano de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Costa Rica. Paralelamente, colaboró activamente en la Casa del Artista y ejerció la docencia en el Taller de Arte del Liceo de Costa Rica, contribuyendo al desarrollo artístico de diversas generaciones.

En 1961, el artista, cofundó el Grupo Ocho junto a otros artistas prominentes de la historia del arte costarricense, como Manuel de la Cruz González y Rafael Ángel «Felo» García. Este colectivo artístico tuvo como objetivo principal la promoción del arte no figurativo, introduciendo de manera formal los conceptos abstractos en el país. La producción artística de Jiménez Sáenz se caracterizó por un alto grado de abstracción, aplicando en sus pinturas una combinación de planos geométricos, la abstracción pura —en particular utilizando el action painting junto al dripping— y autorretratos.

Las obras del artista forman parte de colecciones públicas en instituciones como el Museo de Arte Costarricense, el Ministerio de Educación Pública y la Universidad de Costa Rica. Asimismo, posee obra en múltiples colecciones privadas tanto en Costa Rica como a nivel internacional.

A pesar de disfrutar de una posición privilegiada en la sociedad de su tiempo, Guillermo Jiménez Sáenz nunca ocultó su auténtica identidad. En una época marcada por condiciones sociales considerablemente distintas a las actuales, el artista demostró una inquebrantable determinación para mostrarse tal como era. Esta exposición rinde homenaje a “Memo” Jiménez Sáenz, pintor cuir, pionero de la abstracción, quien siempre instó a otros a perseguir sus sueños, reír y amar.

Guillermo Jiménez Sáenz
Autorretrato
Óleo sobre yute
83 cm x 66 cm
1955

En la trayectoria artística de Guillermo Jiménez, la producción de autorretratos emerge como una vertiente de suma relevancia, comparable en significancia a su obra abstracta. Estos autorretratos no solo trascienden la mera representación fisonómica y la personalidad del retratado, sino que además fungen como un vehículo esencial para la transmisión de información inherente a la identidad del artista.

Guillermo Jiménez Sáenz
Vorágine
Óleo sobre lienzo
90 cm x 68 cm
1965

«Vorágine» de Guillermo Jiménez Sáenz es una pintura expresionista abstracta que destaca por su dinamismo y el uso de una paleta sombría con acentos vibrantes. Esta obra puede interpretarse como la manifestación visual del paisaje emocional interno del artista. Adicionalmente, la pieza puede ser un comentario social o existencial, aludiendo al desasosiego de una década globalmente agitada y a la turbulenta condición humana.

Esta obra es un ejemplo crucial del compromiso de Jiménez con la abstracción, consolidando su aporte al arte moderno costarricense con sus obras.

Guillermo Jiménez Sáenz
Monja en Banko
1966
Óleo sobre masonite
44 cm x 120 cm

La abstracción geométrica en Costa Rica, si bien no ha gozado de la misma prominencia discursiva que otras corrientes artísticas, ha manifestado una presencia significativa a través de la obra de creadores que han explorado las posibilidades expresivas de la forma pura, el color y el espacio. Este movimiento se ha caracterizado por un diálogo particular con el contexto costarricense, traduciendo elementos del entorno natural o la idiosincrasia cultural en composiciones ordenadas y estructuras visuales precisas.

Dentro de este panorama, la figura de Guillermo Jiménez Sáenz emerge como un exponente fundamental. Su producción artística se distingue por una rigurosa investigación de las relaciones formales y cromáticas, lo que se traduce en obras que invitan a una contemplación analítica de un universo constituido por líneas, planos y volúmenes. La austeridad y depuración presentes en su estética subrayan la esencia de sus planteamientos, revelando una profunda reflexión sobre los principios fundamentales del diseño y la percepción visual.

«Esperanza»: Un Manifiesto Silenciado

La trayectoria artística de Ale Rambar se cimienta en una profunda exploración de la interconexión entre el ser humano y su entorno, ya sea geográfico o social. Su producción se distingue por abordar temáticas cruciales como la igualdad de género, la identidad de género y la orientación sexual, arraigadas tanto en sus propias vivencias como en las experiencias de aquellos que le rodean.

Un pilar de su obra lo constituyen una serie de instalaciones que, a través de la disposición de cintas textiles o pliegos de papel, simbolizan al individuo. Cada elemento representa una existencia singular, al tiempo que su interrelación con otros crea una comunidad que se nutre y fortalece en la diversidad de sus integrantes. Este planteamiento no solo celebra la individualidad, sino que también subraya la esencialidad de la cohesión social construida sobre el respeto a la diferencia.

La instalación «Esperanza», concebida como parte de una exhibición en el Arte Laguna Prize en Venecia, Italia (2023), estaba destinada a viajar posteriormente a Catar para el evento «Tadweer» que se realizó en Souq Waqif Art Center (2024). La logística implicaba el transporte de la obra desde Barcelona hasta Doha, gestionada por la organización del evento, con el fin de ser exhibida en el pabellón de papel. Sin embargo, «Esperanza» no logró ser expuesta en el país.

Si bien Catar no prohíbe de manera absoluta el arte, las normas culturales y las tradiciones islámicas ejercen una influencia considerable en su percepción. En el caso de «Esperanza», los colores vibrantes de la instalación generaron incomodidad al ser asociados con la comunidad LGBTIQ+. Ante esta situación, se solicitó al artista una versión de la obra con una paleta de colores alternativa, una propuesta condicional a la eventual llegada de la pieza original.

Es imperativo recordar que el sistema judicial catarí se rige por la sharia, tipificando los actos homosexuales como delitos y sancionándolos con penas de latigazos o prisión. En este contexto, se recomendó al artista «enclosetar» su discurso, es decir, ocultar el mensaje inherente a su obra mientras permanecía en el evento. Este incidente no solo evidenció un conflicto entre la expresión artística y las normativas locales, sino que también subrayó la vulnerabilidad de la libertad creativa frente a marcos legales restrictivos.

En pleno 2025, resulta inaceptable que individuos deban ocultar su identidad o a quienes aman. No obstante, en 64 países alrededor del mundo, ser lesbiana, gay, bisexual, transexual, intersexual o queer sigue siendo criminalizado. En otras naciones, a pesar de la ausencia de leyes explícitas, los derechos de la población LGBTIQ+ continúan siendo vulnerados. A esto se suma la persistencia de prejuicios en numerosos hogares, donde la falta de sensibilidad y privilegios impide comprender que el amor, en su esencia, es simplemente amor.

«Esperanza» emprendió un viaje desde Costa Rica a Catar; la caja fue abierta, pero la instalación nunca vio la luz en el espacio expositivo. Este hecho simboliza un anhelo inconcluso: la esperanza de que, un día, la expresión del amor no conozca fronteras ni imposiciones. La trayectoria de «Esperanza» se erige como un recordatorio sombrío de los obstáculos que aún persisten en la búsqueda global de la aceptación.

Ale Rambar
Esperanza
2023
Instalación en papel
Dimensiones variables

Jonatan Alfaro Alfaro
Sin título
2015
Óleo sobre lienzo
150 cm x 160 cm

Jonatan Alfaro encontró en la pintura un medio de comunicación predilecto, sustituyendo las palabras por pinceles. Sus obras se caracterizan por el empleo de colores contrastados que colisionan, y la creación de escenarios tenues donde las formas emergen sutilmente.

En sus dos primeras series pictóricas, la «Exploratoria» y la de «Topografías Abstractas», sus creaciones se asocian con el paisaje. Esto no sorprende, dado que el artista concibe el paisaje como una entidad pura que conduce a una experiencia trascendental.

Esta pintura pertenece a la serie «Lírica» del artista, donde la obra experimenta una profunda transformación como resultado de una continua exploración de lo abstracto. En esta colección, Alfaro se aleja de los paisajes abstractos, optando por expresar emociones puras a través del lienzo. Las sensaciones del color se convierten en un evento crucial, un gesto deliberado y un testimonio de la supremacía de la pasión.

Mario Cárdenas Hernández
Volatibilidad entrañable
2022
Acrílico y tinta sobre lienzo
150 cm x 130 cm

La pintura se revela como una extensión del cuerpo del artista, su mano agitándose cual brocha mientras una sensación, nacida en sus entrañas, dirige sus manos y dedos casi de manera automática, confiriéndole un rostro a todo aquello que su interior rebasa. Y entre arañazos y caricias, emerge una volatilidad entrañable, una pieza que aborda el encierro, las restricciones y el miedo inherente a habitar un cuerpo gordo rural trans no binario.

Obra expuesta en el Salón Nacional de Artes Visuales 2022, Museo de Arte Costarricense, mayo de 2022.

 

Erik F. Rojas
La piel recuerda
2019
Transferencia fotográfica sobre piel de cerdo
160 cm x 28 cm

La producción visual de Erick Rojas se centra en la problematización de las relaciones socioafectivas, abordándolas desde una perspectiva antropológica. Esta aproximación busca cuestionar los mecanismos de conformación de las relaciones humanas, explorando las dinámicas de poder y permiso, así como la diversidad de orientaciones románticas, sexuales y otras. El trabajo se desarrolla desde una visión macro sobre las etiquetas, con un enfoque particular en las plurisexualidades y los espectros inherentes a las diversas orientaciones.

El interés primordial del artista radica en la creación de piezas que establezcan una comunicación profunda con sus espectadores, incitándolos a la reflexión y al diálogo a partir de sus propias experiencias.

Obra expuesta en la «La piel recuerda», Galería Joven, 2019.

Diana Gardeneira
El mar de postal vainilla
2025
Pintura acrílica, lápices de color y marcadores sobre lienzo
75 cm x 75 cm

La obra de Diana Gardeneira, busca abordar las complejidades de la migración y las identidades múltiples, combina elementos visuales y fragmentos poéticos que narran la tensión entre el desarraigo y la búsqueda de pertenencia.

Esta pintura explora la migración como un proceso emocional y simbólico que transforma al individuo. A través de la superposición de imágenes y palabras, se manifiestan las capas de una existencia marcada por la bisexualidad, el poliamor y la conexión entre Ecuador y Costa Rica. El paisaje observado desde el avión se convierte en una metáfora de lo dejado atrás, lo deseado y lo imaginado. Particularmente esta obra se concibe entre vuelos, despedidas, vínculos no lineales y paisajes interiores en turbulencia, en donde lo íntimo se torna político, y la obra se erige como un espacio de reflexión y ternura radical.

Alina González
La carne se retuerce I
1995
Acrílico sobre tela
49.5 cm x 40.5 cm

La carne se retuerce II
1997
Acrílico sobre tela
44 cm x 40 cm

Estas obras pertenecen a la serie pictórica «Amatorio» la cual emerge como un profundo testimonio de la transformación del ánimo y la percepción del amor a través de la experiencia del desengaño. Inicialmente, la fascinación por el amor, concebido como una sensación vital y una temática estética, había sido esquiva para el artista, quien buscaba evitar la trivialización o el estereotipo. Sin embargo, el contacto físico y la intimidad con Amelia catalizaron una comprensión visceral de lazos afectivos, revelando que el amor se inscribe en la piel y deja huellas indelebles.

Este proceso de inmersión en la plenitud del afecto, seguido por el inevitable descubrimiento del lado oscuro del desamor y el desequilibrio entre la victoria y la pérdida, proporcionó al artista la madurez y la perspectiva necesarias para plasmar en estas obras las complejas dualidades inherentes tanto al amor como a su ausencia. Estas pinturas se exhibieron en la muestra homónima a la seria en la Galería Enrique Echandi en 1997.

Roberto Lizano Duarte
El ojo
1996
Ensamblaje

Roberto Lizano de formación en ingeniería civil y escultura en la Universidad de Costa Rica ha marcado su enfoque multidisciplinario. Lizano se define a sí mismo como un «artista plástico» más que como pintor o escultor, lo que evidencia su libertad para experimentar con una vasta gama de materiales y técnicas. Su obra se distingue por un constante interés en la reutilización de materiales no convencionales, tales como cartón corrugado, bolsas plásticas, tapas y trozos de madera de marqueterías o derribó.

Este ensamblaje, Lizano lo elaborado con maderas procedentes de casas victorianas demolidas en el Barrio Amón, establece una relación entre la perspectiva social del pasado, o de ciertos grupos sociales actuales, y la naturaleza de quien lo observe, buscando generar una reflexión entre los prejuicios del pasado, presentes y futuros.

Roberto Lizano Duarte
Capullo de ángel tropical
2005
Instalación textil
30 cm x 60 cm

Capullo de recuerdos
2005
Instalación textil
28 cm x 76 cm

Roberto Lizano de formación en ingeniería civil y escultura en la Universidad de Costa Rica ha marcado su enfoque multidisciplinario. Lizano se define a sí mismo como un «artista plástico» más que como pintor o escultor, lo que evidencia su libertad para experimentar con una vasta gama de materiales y técnicas. Su obra se distingue por un constante interés en la reutilización de materiales no convencionales, tales como cartón corrugado, bolsas plásticas, tapas y trozos de madera de marqueterías o derribó.

Esta pieza está compuesta por envolturas de hilos dispuestas sobre recuerdos personales del artista, buscando establecer un paralelismo entre nuestras características emocionales y conductuales que no siempre se manifiestan públicamente. Lizano explota las cualidades formales y el potencial expresivo de estos elementos, transformándolos en composiciones que buscan desafiar las convenciones sociales que a menudo nos limitan.

Javier Martén Herrero
Ente G 2
2025
MDF hidrófugo con resina
100 cm x 80 cm x 20 cm

Javier Martén se ha consolidado como un referente de la abstracción biomórfica en el panorama contemporáneo costarricense. Su formación, que integra tanto el arte como la arquitectura paisajista, le permite nutrir su obra de distintas formas.

A partir de su serie «Introspección» (2025), de la cual la escultura es parte, Martén propone que sus creaciones no son únicamente visiones del paisaje natural. Más bien, concibe sus obras como un espacio donde cada espectador puede proyectar su propio mundo interior. En esta serie, la obra explora la dualidad entre lo microscópico y lo macroscópico, revelando misterios presentes tanto en el universo como en el ser humano.

 

Jorge Murillo
Diversidad + Complejidad + Pluralidad
2025
Acrílico sobre lienzo
120 cm x 120 cm

La obra de Jorge Murillo, se caracterizada por la disposición de elementos geométricos, trazados verticales, horizontales y diagonales, junto con planos cromáticos, revela una profunda pasión por el color y las formas. Murillo, de formación arquitectónica, a menudo traslada esquemas propios de su profesión a lienzos bidimensionales, lo que confiere a sus composiciones una notable precisión estructural y un respeto por la síntesis.

Mariela A. Porras-Chaverri
El espacio entre Cañas y Tilarán es el Guanacaste que soy
2022
Acrílico sobre lienzo
30 cm x 40 cm

La obra de Mariela A. Porras-Chaverri fusiona la pintura abstracta y el paisajismo para explorar su identidad queer-migrante. La artista concibe estas piezas como «autorretratos» o paisajes emocionales. Sus primeros años de vida transcurrieron en el constante tránsito entre Cañas y Tilarán, ruta de migración de sus antepasados. Su reinterpretación del paisaje guanacasteco se aparta de visiones románticas tradicionales, ofreciendo una mirada íntima del Guanacaste que persiste en su memoria.

Con profundas raíces en un Guanacaste tanto presente como lejano, Porras-Chaverri, contrasta la experiencia queer vivida en la provincia con la de la capital. De este modo, visibiliza las complejidades interseccionales de la identidad queer en distintos contextos del país, en especial dentro de la ruralidad.

Néstor Fajardo
Crimen de odio
Sangre sobre tela
24,5 cm x 167 cm
2025

«Crimen de Odio» es una serie de piezas textiles, cada una intervenida con la sangre del artista, que busca visibilizar las violencias históricas contra la comunidad LGBT+ y personas género-sexo disidentes. Cada obra representa un color de la bandera de la diversidad, y sobre sus superficies, la sangre genera «cartografías de la violencia». Estas manchas abstractas no solo evocan sucesos violentos, sino que también sugieren nuevos modos de cuidado e interpretaciones alternativas.

La elección de textiles, como tela litúrgica o fundas de almohada personales, es crucial para el discurso, abordando desde la violencia justificada por el credo hasta la esfera íntima. Mediante estas abstracciones, el artista ejecuta un acto de liberación y transgresión, pero fundamentalmente un ejercicio de memoria, honrando a las víctimas del odio que perdieron la vida en la lucha por su libertad e identidad.

Emma Segura

Paisajes corpóreo-identitarios
2023
Escultura blanda
23 m de longitud

Extensión del cuerpo #7
2021
9 m de longitud

La instalación de Emma Segura Calderón presenta dos esculturas blandas de gran formato que emergen de una investigación autorreferencial, posicionando el cuerpo trans* como territorio y materia viva. Elaboradas con algodón, tintes naturales, cabello humano y sintético, bordados y fieltrados, estas esculturas se conciben como extensiones corporales y geografías emocionales que desafían marcos normativos. La abstracción en su obra no busca la despolitización, sino que funciona como una estrategia urgente para desestabilizar regímenes de visibilidad hegemónicos. Así, lo abstracto se convierte en un medio para resistir la mirada normada y encarnar modos alternativos de existencia y percepción del mundo, abriendo espacio a diversas formas de ser.

Dino Urpí
Enty
2023-2025
Pintura acrílica y spray sobre lienzo
150 cm x 120 cm

Dino Urpí es un artista multidisciplinario cuya práctica sintetiza predominantemente la performance y la pintura. Su obra está profundamente influenciada por valores personales, enfatizando la profunda significancia del ritual y lo metafísico. A través de sus esfuerzos artísticos, Urpí busca fomentar una conexión más profunda con nuestra esencia individual y subrayar la importancia vital de la comunidad.

Su serie de pinturas más reciente ejemplifica esta exploración a través de complejas capas pictóricas. Estas capas articulan visualmente la intrincada composición de la psique humana, mientras que simultáneamente abogan por la integración esencial de diversos individuos dentro de la sociedad.

Fabio Herrera Martínez
2003-2005
Guerra entre dos diablos
Acrílico sobre tela
152 cm x 142 cm

La obra pictórica de Fabio Herrera tradicionalmente se ha caracterizado por una profunda inmersión en el paisaje costarricense, trascendiendo la mera representación para explorar la esencia y la atmósfera de su entorno. Sus pinceladas vibrantes y su paleta cromática no solo evidencian un dominio excepcional del medio, logrando capturar la luz, el color y la vitalidad de la naturaleza con una sensibilidad notable, sino que también reflejan una profunda conexión personal con la tierra que habita.

A partir de la década de 1990, el artista orienta su producción hacia la abstracción. Sus pinturas, lejos de ser simples representaciones visuales, se transforman en interpretaciones poéticas de la belleza natural, ya sea de un espacio geográfico o del interior de su propio ser.

Mario Maffioli Reyes
Sin Título
2025
Acrílico sobre lienzo
186 cm x 167 cm

La producción artística de Mario Maffioli se caracteriza por una profunda exploración del subconsciente humano. Reconocido por su audaz empleo del color y de una rica iconografía, Maffioli distingue su obra a través de un enfoque pronunciado en el simbolismo y la metafísica. Sus pinturas no solo resultan estéticamente atractivas, sino que también funcionan como portales hacia una comprensión más profunda de su cosmovisión particular.


CRÉDITOS

Dirección CCE
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Montaje
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T-Copias
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Comunicaciones
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