Lo que no vemos crece de todas formas

CCE Costa Rica - Curaduría de Lola Malavasi, Daniela Morales y Paula Piedra

Fecha

Del 19 de noviembre de 2021 al 31 de marzo de 2022.

Lo que no vemos crece de todas formas

Vivimos con una idea ilusoria de que la “humanidad progresa” en un único proceso lineal, acumulativo y constante. Sin embargo, más allá de cómo se ha construido esa idea desde los ideales de la blanquitud occidental, es preciso cuestionar si el transcurrir del tiempo per se trae avances beneficiosos para la sociedad, o solo la falsa concepción de que las condiciones del presente superan las del pasado. 

Los procesos de colonización y extractivismo han supuesto un intercambio desigual que ha aplastado aquellos saberes que no responden al poder hegemónico. De ahí la necesidad de buscar estrategias para resistir ante ciertos procesos industriales y tecnológicos en un presente en el que los recursos naturales están colapsados. La supervivencia del planeta depende de cambiar los métodos y ritmos impuestos por el modelo productivo del capitalismo, cuyo fin es maximizar las ganancias monetarias, ignorando el impacto que este tenga sobre el medio ambiente.

Desde esta realidad, la propuesta de Ingrid Cordero y Sofía Ureña propone concebir formas sostenibles de producir materiales textiles al permitirse imaginar un futuro en el que el ciclo de estos materiales acaba con su retorno a la naturaleza. De esta manera, problematizan la vida “útil” del objeto textil y, señalan el costo ambiental de producir a partir de componentes sintéticos e industrializados. 

Precisamente, para enfatizar esta postura, las artistas trabajan desde la instalación artística como recurso para recrear las tensiones existentes entre la producción textil industrial y la producción de un textil a partir de biomaterial. Ellas dicen: ‘’cuestionamos nuestras decisiones con respecto al material con el que trabajamos, en un contexto acelerado donde hacer una pausa y reconocer el proceso es un acto revolucionario. El diálogo que surge entre estos materiales, de origen antagónico, otorga un nuevo valor a los procesos de producción biomaterial, y permite reconectar con lo natural y los saberes que provienen de la naturaleza‘.’

Dentro de la instalación, la presencia del biotextil es una performance en sí mismo. Todos los microorganismos que lo componen, de manera casi imperceptible, se reproducen gracias a que se han propiciado las condiciones ambientales para facilitar su crecimiento. Los resultados del cultivo del material son el reflejo del espacio y sus características, que conjuntamente se corresponden. Es decir, el material está vivo: se ve afectado por su entorno y a la vez, el entorno se ve afectado por el material. 

Paralelamente, ante lo vívido del biotextil se contrapone la trama rígida, a menudo hecha de plásticos que no son degradables, del textil industrial, resultado de un sistema de producción y consumo devastador. 

Lo que no vemos crece de todas formas es una invitación a hacer una pausa necesaria en un contexto acelerado para replantearnos la relación que tenemos con los materiales que elegimos, que nos rodean y que consumimos. El espacio es a la vez un laboratorio, una suerte de experimento vivo en escala real que pretende generar preguntas, conversaciones y sobre todo otras posibilidades de entender la vida humana en relaciones más gentiles y respetuosas con todo lo vivo.

Lola Malavasi Lachner, Daniela Morales Lisac y Paula Piedra (TEOR/éTica), curadoras de la exposición

Artistas: Ingrid Cordero y Sofía Ureña


Panorámicas de Sala
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Video recorrido por la exposición

 



 

 

Detalles de la obra y proceso, 2021. Fotos por Marta M. Riera

 

Ingrid Cordero y Sofía Ureña. 2021. Lo que no vemos crece de todas formas. Instalación de tela, biotextil y tierra con proyección de video; dimensiones variables.
Ingrid Cordero y Sofía Ureña. 2021. Lo que no vemos crece de todas formas. Libro objeto de tela, biotextil y papel intervenido con técnicas mixtas como impresión digital, bordado y acuarela; 17,78 x 13,97 cm.

 

Nuestra propuesta es una instalación interactiva que propicia un diálogo entre materiales de naturaleza antagónica, es decir, el biotextil y el textil producido de forma industrial. Esto a la vez refleja el proceso de diálogo que se viene dando entre Ingrid y yo desde hace un tiempo, ya que ambas nos cuestionamos mucho el tipo de materiales textiles que elegimos para trabajar en nuestros proyectos.

Es así como decidimos incorporar en esta muestra un biotextil cultivado a partir de celulosa bacteriana. Este material crece a través de un proceso de fermentación donde bacterias y levaduras crean unas láminas que luego, tras un proceso de secado, podemos utilizar como un cuero vegano. El biotextil es un material creado a partir de elementos vivos, lo cual nos invita a mirar hacia los saberes ancestrales que trabajan en armonía con la naturaleza. Esto se contrapone por completo a la naturaleza sintética de las otras materialidades que utilizamos que son telas comunes resultado de la producción industrializada del textil.

―Sofía Ureña

El hilo conductor que atraviesa esta exhibición se relaciona con la naturaleza y sus ciclos. La manera en la que actualmente producimos materiales infringe por completo los ciclos naturales, lo cual, irónicamente perjudica directamente a la humanidad y toda la vida sobre el planeta Tierra. La industrialización trajo consigo materiales cada vez más resistentes, capaces de durar mucho más tiempo de lo que realmente los necesitamos.

La estructura principal de la instalación fue realizada con material textil, una especie de estructura/cápsula de paredes blandas con pequeñas ventanas por medio de las cuales se puede espiar tanto la celulosa gigante que cuelga en el centro de este gran círculo de tela, como apreciar la proyección audiovisual que simula la sensación de material vivo que es la celulosa.

En el resto de la sala las láminas de celulosas flotan sobre un montículo tierra y agua a modo de laboratorio. La imagen que evocamos hace referencia al material retornado a su origen, es decir, regresando a la naturaleza.

Nuestra intención con esta instalación es que el espectador pueda sumergirse en ella, entender los materiales desde un lugar más sensorial: tocarlos, percibirlos, interactuar con ellos y entender su origen de una mejor forma. Al mismo tiempo ofrecemos un acercamiento a una posible solución al proponer un material que sí responde al ciclo circular, herencia de la sabiduría de la tierra y otros seres vivos.

―Ingrid Cordero


Dirección: Ricardo Ramón Jarne

Coordinación: Iris Lam Chen

Montaje: Rodrigo Montero Rojas

Diseño: José Alberto Hernández

Comunicaciones: Marta Martínez Riera

Agradecimientos: TEOR/éTica y Lado V – Centro de Estudio y Documentación 


BIOGRAFÍA DE ARTISTAS

Ingrid Cordero

Ingrid Cordero es artista multidisciplinaria y diseñadora costarricense. Su interés reside en la exploración de cuerpos textiles como instrumento de investigación y cuestionamiento de hábitos y sistemas de consumo. Entre los medios en los que se desenvuelve está la instalación, el video, performance y fotografía. La artista ha expuesto de forma individual Máxima Mínima en espacios como Teorética (San José) y el Centro Cultural de España (Ciudad de Panamá). Otras muestras colectivas en las que participado: Las que habitan su territorio en (Ciudad de Guatemala y posteriormente en México) Durante el último año realizó una residencia de arte en el espacio Temporal en San José donde además ha participado en dos muestras colectivas con sus instalaciones textiles y video performance: Contra Forma y …321_123… Como parte de su trabajo de gestión, Ingrid también ha dirigido diferentes proyectos como el espacio de arte y diseño Lupa (Panamá), Casa Ma (red centroamericana de mujeres artistas) y más recientemente, Reunión (network curatorial experimenta de artistas independientes)

Actualmente, vive y trabaja en Costa Rica donde desarrolla varios proyectos personales relacionados al diseño de indumentaria, así como la gestión de talleres y otras manifestaciones educativas participativas.

Sofía Ureña

Egresada de la Licenciatura en Arte y Comunicación Visual con énfasis en textiles, de la Universidad Nacional de Costa Rica. Ha realizado estudios complementarios en editorial para modas en el Institut Catalá de la Moda en Barcelona, España. Como artista ha participado en exposiciones colectivas en la Galería Nacional, la Casa de la Cultura José Figueres Ferrer, en el Centro Cultural Omar Dengo y la Galería Francisco Amighetti. Durante el 2018 participó en la organización del proyecto Partículas para la Escuela de Arte y Comunicación Visual, en el 2019 como parte del programa de la Red de extensión Casa Ma, y durante el 2020 fue seleccionada como parte del programa de residencias para artistas RÉUNION San José; Costa Rica.

Además, ha participado como diseñadora de vestuario de la coreografía Mis Nenúfares presentada en el XXXVI Festival de Coreógrafos Graciela Moreno y como investigadora material formó parte del segundo Ciclo de Charlas: La Nueva Cultura Material, organizado por Simbióticas Lab en Uruguay y en el conversatorio Bio Fabricamos, organizado por Laboratorio de Fabricación Digital del Estado de Yucatán en México. Actualmente Sofía cultiva celulosa bacteriana para integrar en su práctica artística tejidos vivos amigables con el ambiente, y los acompaña de objetos/materiales encontrados, prolongando su vida útil y creando una obra en constante cambio y transformación según su materialidad, el uso o desuso de la misma y su vinculación con el entorno.

 


BIOGRAFÍAS DE CURADORXS

Daniela Morales Lisac 

Actualmente es Codirectora de TEOR/ética, espacio independiente de arte contemporáneo ubicado en San José, Costa Rica donde trabaja desde el 2013. Es la encargada de la coordinación del proyecto editorial TEOR/éTica, para la cual ha trabajado en libros tales como Escrituras Locales: Critica Próxima de Tamara Dìaz Bringas, Divorcio a la Panameña de Adrienne Samos, Zona de Turbulencia de Raúl Quintanilla, Equilibrio y Colapso de Patricia Belli y Estar comprometida con un lugar pequeño de Annalee Davis. Junto a Lola Malavasi, edita la revista digital Buchaca desde el 2015, que busca crear una memoria crítica y de investigación, en torno a los proyectos propuestos por TEOR/éTica y sus colaboradores. Graduada en licenciatura en Fotografía en el 2013 de la Universidad Veritas de Costa Rica, Bachiller en Psicología en la Universidad Centroamericana de Ciencias Sociales de Costa Rica, actualmente cursa la Licenciatura en Psicología con énfasis en Psicoanálisis en la Universidad Centroamericana de Ciencias Sociales de Costa Rica.

M. Paola Malavasi Lachner (cc. Lola Malavasi)

Gestora cultural y curadora, interesada en procesos experimentales de educación, la crítica institucional, las tensiones entre arte y economía, y la gestión artística y educativa. Actualmente es una de tres Codirectoras en TEOR/éTica, espacio independiente de arte contemporáneo ubicado en San José, Costa Rica, donde labora desde 2011. Como parte de este espacio, de 2016 a 2020 fue curadora y facilitadora de Alter Academia, residencia artística enfocada en la formación de artistas jóvenes de Costa Rica. Sus proyectos curatoriales incluyen las exposiciones Teramorfosis (2015) y Lo Escrito, Escrito Está (2016), ambas presentadas en TEOR/éTica. Junto a Miguel A. López, curó la exposición Virginia Pérez-Ratton. Centroamérica: deseo de lugar (MUAC-UNAM, Ciudad de México, 2019), una revisión del trabajo de esta importante artista y curadora costarricense, a través de su trabajo artístico, el archivo de TEOR/éTica y la Colección Virginia Pérez-Ratton. Esta exposición estuvo acompañada de una publicación homónima, editada por Lola y Miguel A. López. 

Graduada con honores, BFA Historia del Arte y diplomado en Moda, Savannah College of Art and Design, EUA, 2011.

Paula Piedra

Actualmente es codirectora de TEOR/éTica, organización a la cual se integra en el 2013. Se ha encargado de la gestión así como de la producción de exposiciones, eventos, seminarios y talleres que se han realizado en TEOR/éTica junto a Inti Guerrero, Miguel A, López y Lola Malavasi como curadores de la organización; y junto a diversos agentes invitados tanto locales como internacionales. Del 2017 al 2019 organiza el grupo de estudio ¡UPE! en colaboración con el colectivo Semillas: arquitectura en comunidad, que se dedicó a investigar algunos temas relacionados con el papel de TEOR/éTica en el contexto de Barrio Amón. Este grupo de estudio contribuyó además a nutrir otros procesos curatoriales, artísticos y editoriales de la institución. Actualmente sigue siendo parte de otras iniciativas de estudio colectivo a nivel local e internacional. Se formó como Diseñadora de Interiores y Máster en Administración de Proyectos, actualmente cursa el Bachillerato en Antropología de la Universidad de Costa Rica. Como escritora ha publicado libros de poesía, relato corto y contribuido con columnas para distintos medios.