Fecha
8 de mayo de 2025
Martín Seipel se encontró por primera vez con videoclips musicales en su niñez y adolescencia. En ese momento de su vida se divertía mucho viendo los videos musicales que MTV mostraba diariamente en su programación. Fue la mecha que encendió todo, como dice él. Desde temprana edad tenía ese amor por la música, que luego se mezcló con otra de sus grandes inspiraciones: la naturaleza.
Para el director de cine y creativo autodidacta argentino, la naturaleza es su cable a tierra. Es lo que lo calma y, de cierta manera, lo que le ayuda a pensar para dejar su creatividad volar.
“Toda esta conexión con el exterior me llevó a empezar a documentar viajes que yo hacía alrededor del mundo. Me iba solo a distintos países y como era para mí muy difícil contar lo que veía, se me ocurrió filmarlo y mezclé dos pasiones que tenía”, dijo Seipel. “Descubrí algo en donde todas mis pasiones se podían unir. Decidí emprenderlo de una manera que a futuro pudiera viajar y a la vez pudiera filmar y no me tenga que quedar adentro de mi casa”.
Esa pasión por contar visualmente lo que veía se fue dando poco a poco para que Seipel fuera escalando intencionalmente en su arte cinematográfico. Inicialmente estudió la carrera de traductorado público en inglés en la Pontificia Universidad Católica Argentina en Buenos Aires – ciudad de donde es originario – pero su amor y pasión por el cine, la música y la naturaleza sobrepasó su título universitario.
Eso llevó a Seipel a formarse de manera autodidacta y enfrentar los retos y dificultades que esto implica. Ser disciplinado. Responder sus preguntas internas. Entender qué es lo que quiere comunicar y cómo quiere que su cine se vea en la pantalla grande o chica.
“Yo creo que la carrera del autodidacta es un poco más difícil del que tuvo la oportunidad de ir a la universidad. Yo tuve la oportunidad de ir a la universidad. Solo siento que uno al salir del colegio, no tiene decidido qué ser para el resto de su vida”, dijo Seipel. “Si yo hoy tuviera que volver a elegir, me hubiera tomado mi tiempo para realmente investigar qué era lo que me emocionaba, pero no cambiaría la historia”.
No cambiaría la historia porque su propio proceso lleno de curiosidad, trabajo duro y pasión por lo que hace, lo ha llevado a la cima cinematográfica a nivel global. Eso lo ha llevado a investigar con libertad, elegir lo que realmente quiere estudiar a la hora de crear y plantearse las preguntas que quiere responder visualmente.
Para Seipel, ser director autodidacta tiene un proceso similar al de un periodista. El periodista puede tener un mentor que le diga qué tiene que saber a la hora de tratar un tema en una historia, pero si no tiene iniciativa propia, hay problemas.
“Si vos después no vas a investigar por tu lado, siento que estás perdiéndote de herramientas muy valiosas que es responderte preguntas que vos llevás internamente. Que quizás ese profesor [o mentor] no las tiene, pero vos investigando y buscando en cualquier lado, las podés responder”, dijo Seipel.
Esa necesidad de responder sus propias preguntas e inquietudes han llevado a Seipel por un camino lleno de aprendizaje. En ese camino fue conociendo distintos artistas de Disney Latinoamérica, lugar donde trabajó por cuatro años y todavía sigue colaborando en algunos proyectos con la compañía. También trabajó como director de videos musicales en Sony Music Entertainment.
Mientras trabajaba en Disney Latinaomérica, uno de los artistas que conoció lo invitó a filmar en Estados Unidos en el 2019. Ahí fue conociendo nuevos lugares y empezó a estar más consciente de los espacios que transitaba. Empezaba a caminar por las calles y veía en esas locaciones el momento perfecto para filmar.
Seguía recorriendo el mismo espacio muchas veces y se dio cuenta que llegaba un punto en donde se estaba limitando a las mismas locaciones y herramientas. Esa necesidad de querer descubrir más ambientes le despertaba cada vez más las ganas de querer viajar al exterior como un sueño y también de querer emprender – algo que siempre ha sido muy natural en él.
Eso llevó a Seipel a mudarse a la ciudad de Miami en Florida, Estados Unidos para establecerse en el lugar que él define como la capital de la música urbana latina. Se fue al punto de encuentro para colaborar con artistas de distintos países. En Miami encontró su segunda casa y el espacio para conectar de manera más profunda a nivel creativo y artístico.
Además, también fundó la productora ABSNT Creative Co., una compañía de cine y agencia creativa que busca empujar los límites del cine tradicional y explorar nuevas maneras de contar historias visualmente. En esa exploración física y visual, Seipel se volvió a topar con el mismo problema de antes: conoció todos los lugares dónde quería filmar en Miami. Le aparecieron las mismas limitaciones.
Pero la vida le tenía deparado algo surreal.
“Entre los artistas que trabajé, con uno con los que más creo y que me ha dado muchísimas oportunidades, es Rauw Alejandro”, dijo Seipel. “Con él encontré una dupla creativa increíble en la que hemos hecho más de 40 producciones en 3 años alrededor de todo el mundo y lo seguimos haciendo”.
Antes de llegar a colaborar con el artista puertorriqueño ganador de Latin Grammys y nominado tres veces al Grammy estadounidense, Seipel ya había trabajado con una gran variedad de artistas de Argentina incluyendo Duki, Tiago PZK, Emilia Mernes, Tini Stoessel y demás. Ya estaba en su ascenso a la cima cinematográfica.
Llegar a trabajar con Rauw Alejandro es de esas historias que suenan como una película. Para Seipel, la manera de crecer se fue dando al conocer gente y no se refiere a hacer “networking” o salir en busca de contactos profesionales. Se refiere a hacer amistades. A tener una relación profesional más amena porque tuvo la suerte de que todas las personas con las que ha trabajado se vuelven amigos y amigas. Se han convertido personas con las que puede salir a disfrutar de una cena gustosa.
“En todo ese proceso, fui conociendo amigos. Hasta que conocí un amigo que vivía en Miami y le dije: voy a grabar mi primer video en Miami”, dijo Seipel. “Veníte a sacar fotos y él un día me presenta a su roommate, que era argentino también. Y casualidades de la vida, él hoy en día es su manager y nos conocimos [Rauw y yo] por un video”.
Seipel es fiel creyente de trabajar duro, capacitarse y ser profesional.
“Pero a veces el destino, la suerte y el estar donde tenías que estar, es algo que ningún título te lo da. Fue también un porcentaje de suerte de estar donde ese momento estaba escrito o tenía que estar”, dijo Seipel.
Estar en el momento correcto lo llevó a hacer el primer video con el artista puertorriqueño. El video salió muy bien, pero Seipel se encontró con un reto nuevo: la presión. La presión de tener que ejecutar su arte cinematográfico a un altísimo nivel al estar colaborando con Rauw Alejandro. La presión de entender que está trabajando con uno de los artistas musicales que actualmente está en la lista de los top cincuenta artistas a nivel global. Esa presión que reta a Seipel a buscar cada vez más la excelencia en su arte cinematográfico.
“En esos [top 50] artistas del mundo, también hay 50 directores y productoras importantes que están en ese top empujando por lo mismo. Entonces, siempre uno tiene esa presión de subir de nivel”, dijo Seipel. “Este [nuevo video] tiene que ser mejor que el anterior. Para uno como creativo es súper motivador porque quiere decir que para mi próximo video tengo que estudiar. Tengo que pasar más tiempo afuera para crear y eso hace que no esté tirado en el sillón”.
Seipel encontró la oportunidad de crear colectivamente a la hora de dirigir los videos musicales y llevar a cabo la dirección creativa de los álbumes “Saturno” y “Cosa Nuestra” de Rauw Alejandro. Encontró esa colaboración creativa donde él da su propuesta inicial de cómo ve las cosas y Rauw Alejandro le da su retroalimentación. Encontró la sinergia creativa donde ellos dos buscan siempre la excelencia artística.
“Entonces, tanto para el director como para el artista, esa comunicación entre ambos y esa intimidad, es súper importante para filmar y eso es lo que encontré en Rauw”, dijo Seipel. “Que superamos esa barrera de esa presión, que igual la tengo a la hora de filmar porque él es un artista que sabe lo que quiere y es súper exigente”.
A pesar de que la presión lo reta, también es una motivación para Seipel porque ve en Rauw Alejandro una rigurosidad que lo lleva a ser mejor director de cine y creativo. Seipel considera al artista puertorriqueño como una máquina para trabajar porque no para. Rauw Alejandro pasa de hacer una sesión de fotos a meterse al estudio para luego ir a ensayar para la gira y volver al estudio a terminar las voces, instrumentales o canciones del tour.
“Realmente, que el artista con el que trabaje, sea tu referente y no porque sea una súper estrella, sino por cómo trabaja, es muy reconfortante para uno como director”, dijo Seipel.
Ese confort lo encuentra en saber que trabaja con un artista muy completo como Rauw Alejandro ya que se involucra en todos sus guiones, fotografía, video y edición. Eso le ayuda mucho a Seipel para ver otras cosas y entender qué siente el artista al hacer una canción.
La conexión de artista y director entre Rauw Alejandro y Seipel se ha dado de manera muy orgánica y libre a la hora de crear. Esto lo ha generado oportunidades a Seipel que nunca se imaginó, como filmar en California, Nueva York, Puerto Rico, Francia y Japón. Además de viajar por el mundo creando, el artista puertorriqueño le abrió las puertas para filmar con actores de Hollywood de muy alto calibre como el puertorriqueño Luis Guzmán y el estadounidense Adrien Brody ganador del Oscar.
En esas experiencias, Seipel cuenta que está viviendo su sueño. Que, por la naturaleza de su carrera de estar en constante aprendizaje, le cuesta definirse como director. Siente que siempre va a tener un poco de inseguridad en lo que va a filmar porque es lo normal y es parte del juego de arriesgarse a hacer cosas nuevas. Es parte de escalar a la cima cinematográfica con su cine artístico, conmovedor y trascendental.
“Siento que eso es lo lindo de la carrera. El hecho de que nadie te oficializa como un director. Obviamente a los ojos de la gente, sí”, dijo Seipel. “Siento que todavía me cuesta definirme y decir: soy director. Director es una palabra tan amplia. Creo que hoy en día lo que más nos define es la palabra de creativos, pero es muy difícil encasillarse en un solo título”.
Para aprender más del arte cinematográfico de Martín Seipel, pueden seguirlo en Instagram como @martinseipel. Estén atentos la próxima semana para la PARTE II en donde exploraremos cómo el cine de Seipel es un arte multidisciplinar.