Fecha
27 de noviembre de 2025
Las opiniones aquí expresadas son exclusivas de las personas entrevistadas y no reflejan necesariamente la postura y los criterios del Centro Cultural de España en Costa Rica.
En la adolescencia Nelson Díaz Brenes ya estaba en la casa cultural Casa de la Ciudad del Tecnológico de Costa Rica (TEC) llevando sus primeros cursos de arte, pintura al óleo y dibujo. Fue la primera vez que tuvo contacto con el arte y ya sabía que quería ser pintor. En esas primeras interacciones, lo que inicialmente le llamó la atención fue el surrealismo y las obras de Salvador Dalí.
Eso lo enamoró instantáneamente y lo llevó a sacar un bachillerato de artes plásticas con énfasis en pintura y su licenciatura en la Universidad de Costa Rica (UCR). La llama por el arte siempre ha estado encendida y también, esa hambre por aprender cada vez más de distintas disciplinas artísticas. Actualmente se encuentra sacando su maestría en artes con énfasis en cinematografía.
Ese gusto por las artes nunca lo ha perdido y siempre lo mantienen activo en explorar nuevas técnicas y estilos, ya sea como artista, galerista o profesor. Díaz Brenes ha tenido múltiples trabajos en distintos espacios como la Casa de la Ciudad del TEC, la Universidad Creativa y actualmente como profesor en el TEC en la provincia de Cartago.
“Durante más de diez años he desarrollado exposiciones de artistas tanto emergentes como más consolidados y mi visión ha sido darle apoyo al artista que no es el más reconocido”, dijo Díaz Brenes. “Al artista que está en un proceso medio o incluso, debutante. Porque simple y sencillamente cuando yo era artista emergente, fue muy difícil ingresar a los espacios de validación”.
Con esa visión de crear espacios para artistas emergentes, Díaz Brenes ha podido experimentar el arte desde otra perspectiva. Últimamente ha estado explorándolo desde la temática del pensamiento crítico. Quiere tratar exposiciones interesantes desde lo estético hasta lo político. Que provoquen una reacción en el público y que reflexionen sobre el contexto actual en el que vivimos.

Su visión también se acuerpa en la filosofía que uno de sus amigos una vez le mencionó. Algo que lo marcó como artista, profesor y galerista.
“Este compañero y amigo de la universidad, Yamil de la Paz, recuerdo que en sus momentos me había dicho que uno tiene que actuar localmente para afectar globalmente”, dijo Díaz Brenes.
Ese lema se le quedó grabado al artista costarricense y por eso le gusta trabajar desde Cartago. Sabe que ningún artista quiere ir a esa provincia porque está bastante lejos y todo el mundo quiere estar en San José. Él quiere actuar desde Cartago porque ve que ahí todavía no hay muchos espacios culturales, museos, desarrollo o presupuesto artístico. Por eso trata de gestar arte, proyectos, exposiciones, charlas y talleres en diferentes espacios cartagineses.
También, les enseña a sus estudiantes sobre dibujo, fotografía, collage y stop motion. Hace exposiciones con el estudiantado donde toca temas complejos y delicados como el aborto y la discriminación hacia la población LGBTIQ+. Le gusta que los proyectos que desarrolla tengan una extensión social y un impacto en la comunidad de Cartago.
“Como profesor, también los llevo a exposiciones que yo mismo como curador organizo. La docencia y la parte de galerías están mancomunadas en que una me sirve para llevarle público a las exposiciones”, dijo Díaz Brenes. “A las inauguraciones siempre van mis estudiantes y público general, pero también es porque es parte del curso. Visitar las exposiciones. Conocer a los artistas. Analizar obras”.

Y como artista, Díaz Brenes siempre explora múltiples técnicas y disciplinas artísticas que lo mantengan entretenido. Le gustan la pintura al óleo, los acrílicos, el cine, el arte digital, el grafiti y más.
Su carrera empezó con el óleo y los acrílicos, pero cuando iniciaba como profesor en el TEC, se dio la tarea de aprender sobre el grafiti y el arte urbano. Tenía estudiantes interesados en el grafiti y necesitaban un profesor que supiera de ello.

“Mi forma de aprender grafiti para poder dar talleres de grafiti a jóvenes de la comunidad, fue ir y hacer grafiti con grafiteros”, dijo Díaz Brenes. “Me hice amigo de algunos que no eran como muy reputados dentro del gremio, pero sí estaban en el gremio. Entonces, hicimos un crew”.
El crew se llamaba Los niños perdidos, que estaba un poco inspirado en el cuento de Peter Pan. El grafiti lo llevó a pintar a Tijuana, México en una residencia llamada Fronteras hace más de diez años. Le gustaba mucho el anonimato que el grafiti le daba y su nombre de calle es Misha por el osito Misha de la fábula que él veía cuando era un niño.
Además, en ese entonces, ya él no quería nada conceptual o riguroso académicamente. Quería divertirse y hacer lo que hacía de niño. Por eso pintaba un oso de peluche y barcos de papel grandes.

“Mi alter ego es como un oso. Las palabras siempre tenían figuras como de juguetes y duendes. Me gustaba mucho pintar duendes”, dijo Díaz Brenes.
Además del grafiti, también le gusta mucho la fantasía y el realismo mágico, pero en su faceta actual como artista está más concentrado en el arte crítico. Tampoco pertenece a un solo nicho porque le gusta tener una exploración y experimentación más profunda y amplia.
Esa es una de las razones por la cual su obra “El beso fraternal / Dios mío, líbrame de este amor tan mortal” está participando en nuestra exposición “TE ODIO: El odio como estrategia de poder, control político y social”.
Cuando Díaz Brenes vio la convocatoria, ya tenía la espinita del arte crítico político. Esta pieza en particular viene de una nueva serie que él ha estado desarrollando basado en el concepto del meme.
“De hecho, la idea se llama memética porque la memética es el estudio de los memes y los memes son las imágenes que se reproducen viralmente”, dijo Díaz Brenes.

Para poder crearlas, su proceso empieza con Díaz Brenes consumiendo noticias constantemente. Lee medios nacionales como DelfinoCR y Amelia Rueda y se informa internacionalmente con Al Jazeera. Toma capturas de las noticias.
Consume y consume noticias. No se detiene. Se pregunta cómo convertir eso en arte. Cómo aprovechar las noticias para encausarlo en materia artística. Se da cuenta que lo más práctico es agarrar esas capturas de noticias y hacer fotomontajes con aplicaciones. Lo genera a partir de lo que se le ocurre en el momento.
“Lo que hago, por ejemplo, son fotomontajes. Son intervenciones digitales con aplicaciones. Ya no hay que tener un software caro”, dijo Díaz Brenes. “Ya ahora se puede usar una aplicación con inteligencia artificial. Con herramientas de filtros. Con mejoras de todo tipo. Están a la mano”.
Empieza a generar una imagen que le divierta a partir de la captura de alguna figura pública. Piensa que puede ser cualquier personaje y luego, le agrega tatuajes en la cara porque este otro tipo de arte lo tiene sumamente fascinado. Le parece un nuevo arte transgresor.
También lo hace porque sabe que vive en Costa Rica y está ejerciendo su derecho a la libertad de expresión.
“Por eso es que no me dio tanto miedo – aunque sí me dio un poco de miedo – de mostrar la propuesta de Donald Trump y de Elon Musk. Soy un artista costarricense. No estoy en los Estados Unidos”, dijo Díaz Brenes.

Le interesa ser un artista crítico por medio de esta obra y también abrir el tema delicado del por qué pintar y no simplemente imprimir una imagen.
“Yo soy un defensor del arte plástico con pincel, pero también me encanta el pixel”, dijo Díaz Brenes.
Le encanta el pixel y por eso lo aprovechó al máximo creando la pieza de “El beso fraternal / Dios mío, líbrame de este amor tan mortal”. A Díaz Brenes se le ocurrió crear una versión nueva de “El Beso Fraternal” de Dmitri Vrubel pintado sobre el Muro de Berlín en Alemania. Quería poner al presidente estadounidense Donald Trump y el empresario sudafricano Elon Musk en su obra.
Aprovechó el contexto de la controversia de Musk y Trump teniendo problemas en junio. Ya que Díaz Brenes previamente tenía su concepto de estas obras relacionados con memes, él la propuso en la convocatoria de la exposición “TE ODIO”. Inicialmente, la obra iba a ser un óleo o un acrílico con una pincelada tosca al estilo de Velázquez, pero en medio proceso de selección se dio cuenta que quería que la obra tuviese tatuajes y grafiti.

En una semana, estuvo trabajando todos los días para crear la obra que lo dejara satisfecho a nivel visual y crítico. Utilizó la inteligencia artificial como una herramienta para empezar a generar distintas imágenes. Luego, empezó a mezclar las imágenes que iba creando – como cierto tipo de collage – para luego agregarle más imágenes que encontraba en Internet del Muro de Berlín donde habían grafitis.
Generó múltiples opciones hasta llegar al resultado donde Trump y Musk sí se parecieran bastante. En algún momento consideró pintar la imagen que creó, pero no iba con su cuestionamiento de por qué pintar y además, se dio cuenta que la obra parecía un retablo de una fotografía del muro de Berlín de estas dos figuras públicas de la actualidad. Entonces, no tenía sentido agregarle pintura.
“Es una impresión digital de una imagen que tiene trabajo digital, pero que también tiene interacción de imagen con inteligencia artificial”, dijo Díaz Brenes.
Con eso, Díaz Brenes sabe que hablar del uso de inteligencia artificial en su arte puede ser algo que genere cierto descontento. Sabe que es un tema sensible y delicado, pero también se ha informado para entender múltiples opiniones como las que investigó del artista y YouTuber español Antonio García-Villarán.
“Lo que dicen es que, si uno lo utiliza como un medio para luego intervenirlo y obtener otro resultado, es válido. Eso por ahí es como una de las referencias que tengo”, dijo Díaz Brenes. “Que se utiliza y da unos resultados posteriores, eso puede llegar a ser considerado válido”.

En cuanto a la temática, Díaz Brenes también utilizó la pieza para reflexionar sobre el odio. Piensa que, para hablar del odio, debe hablar de su contraparte: el amor. Para hablar de odio, la mejor forma es hablando de su antítesis. Piensa que alguien que esté dispuesto a amar, tiene que también estar dispuesto a sufrir.
Relaciona el binomio amor y odio en esa obra. La inspiración surgió a partir de la controversia y la noticia de la relación de poder entre estas dos personalidades del gobierno estadounidense. Una relación de poder que se estableció en la Casa Blanca y que luego se convirtió en todo lo contrario un par de meses después.
“Es una relación de amor que se volvió tóxica: rompieron y regresaron, y su relación de amor-odio se hizo viral y mediática a nivel internacional”, dijo Díaz Brenes. “Entonces, ese odio entre ellos dos fue lo que me inspiró a generar esta imagen en la que se besan, pero que todos sabemos que ese beso es un sentido figurado porque en realidad se da en el contexto en que ellos se están despreciando mutuamente”.

Por eso también, Díaz Brenes quiso tergiversar “El Beso Fraternal” original donde Vrubel hablaba de la Alemania socialista y la Rusia comunista. Díaz Brenes quiso traerlo a la actualidad con personajes de estos tiempos que generan una ambivalencia y contrariedad. Por eso también le agregó tatuajes faciales de una figura controversial y problemática como el rapero estadounidense Tekashi69.
Quería generar esos opuestos entre los personajes besándose y los tatuajes faciales. Quería generar una pieza que llama la atención – de manera positiva o negativa – de quien se topa con la obra. Quería provocar esa sensación extraña en el público por medio de opuestos y arte crítico político. Quería experimentar a ver qué pasaba y se dio cuenta la obra produjo un efecto positivo.

Todo el mundo tiene que ver con la pieza y se siente muy agradecido con la recepción de la obra. Encontró en su arte crítico una nueva vena para explorar y con la cual experimentar artísticamente. Se dio cuenta que puede utilizar el derecho de la libertad de expresión para hacer reflexiones subversivas sobre la política en la que nos desenvolvemos actualmente.
Logró también mezclar distintas disciplinas artísticas en una sola obra para hablar sobre el odio y el amor, pero también recordó que el arte le da sentido a su vida.
“Yo estaba trabajando para subsistir y ya. Esta exposición y otras que he logrado, significan eso. Significan un remontar en mi carrera, pero también para sentirme otra vez realizado como persona”, dijo Díaz Brenes. “Porque como profesional del arte, en esa exposición me sentí otra vez involucrado. Me sentí otra vez tomado en cuenta. No voy a decir que, reconocido, pero sí valorado”.
Para aprender más del arte crítico de Díaz Brenes, pueden seguirlo en Instagram como @nelsondiaz.art. Él está participando en nuestra exposición “TE ODIO: El odio como estrategia de poder, control político y social” hasta el 7 de diciembre.
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