Fecha
6 de noviembre de 2025
Desde que Alejandro Pedrosa tiene memoria, siempre le ha encantado el cine. En casa veía muchas películas y una de sus recuerdos más gratos era ir a la tienda Blockbuster a alquilar películas. Recuerda que era uno de los lujos en su hogar y a partir de ese amor innato por el cine, se fue metiendo en ese mundo mágico narrativo.
Conforme fue pasando el tiempo, el artista, director de cine y fotógrafo puertorriqueño, fue desarrollando poco a poco su práctica cinematográfica. A través de ese proceso creativo, se fue enamorando cada vez más del cine y de esa pasión por contar historias visuales que causan un impacto emocional en el público.
“Yo hacía todo. Yo filmaba. Planificaba. Hacía las entrevistas yo mismo. Hacía la edición. O sea, pude explorar varios departamentos al mismo tiempo y a mí me encantó”, dijo Pedrosa. “Yo me enamoré de lo que estaba haciendo. Creo que, si algo me provocó hacer cine, fue hacerlo tal cual”.
Pedrosa estudió relaciones internacionales y publicidad en la Universidad de Puerto Rico e hizo el último semestre de su carrera en la Universidad Complutense de Madrid en España. También hizo unos talleres de cine y publicidad en la Ciudad de México. Después de graduarse, trabajó un año en México en la agencia de publicidad Young & Rubicam.
Luego, regresó a Puerto Rico, donde trabajó dos años más en su área, pero se cansó muy rápido. Se dio cuenta que lo que le gustaba era realizar y crear las ideas. Se sentía limitado en publicidad, pero en ese momento también había fundado su proyecto World Junkies por ahí del 2008.

El proyecto inicialmente era un blog donde escribía reseñas sobre temas de audiovisuales, diseño y moda que le interesaban de cuando vivió en Europa y México. Sentía que en Puerto Rico no llegaba tan fácilmente ese tipo de información porque en aquel entonces no existían las redes sociales y no eran ni remotamente parecidas a cómo son hoy.
“Me metí mucho en la escena independiente de artes plásticas, de bandas independientes y empecé a hacer videos, fotos. Eso empezó a evolucionar muy rápido”, dijo Pedrosa. “En un año, en vez de ser un hobby, se convirtió en una propuesta bastante fuerte local. Me empezaron a llamar marcas y de repente, después renuncié a todos mis trabajos”.
El encontrarse inmerso en ese mundo de creación lo obligaba a reinventarse todos los días. Se exigía hacer propuestas audiovisuales diferentes y gracias a ello, artistas lo empezaron a llamar para que viajara con ellos a documentar sus giras. Ahí empezó a crear documentales y videos musicales. En esa constancia, lentamente fue puliendo su cine humano y se convirtió en un realizador audiovisual.
Pero su hambre por aprender cada vez más nunca se apagó. Con el paso del tiempo, continuó con sus estudios autodidactas investigando en Internet y leyendo mucho. Logró posicionar a World Junkies como una de las casas productoras más importantes de Puerto Rico y ahora trabaja con un sinnúmero de artistas.

World Junkies nació de la curiosidad, Nació del interés de Pedrosa de compartir el conocimiento sobre la música y el arte al que estaba expuesto por estar viajando constantemente. También se dio cuenta que podía crear sus propias piezas y arte que generaran una conexión humana profunda e inmersiva con su audiencia.
Por eso, la frase de resist normal (resistir lo normal) es algo que define a World Junkies. Es parte de su propuesta donde siempre trata salirse de la norma por medio de las historias visuales. Explora distintas perspectivas para contar una narrativa visual cautivante.
“¿Qué tal si lo vemos como lo vería un bebé que está desarrollando su visión? O esto está lindo. Esto es un ballet. ¿Qué tal si en vez de contarlo con música clásica, lo contamos con heavy metal?”, dijo Pedrosa. “Cuestionarnos todo el tiempo la normalidad y justificarla, claro está”.
Siempre trata de romper la tradición, lo normal y lo que se espera, pero con una justificación que lo amarre a la historia que quiere contar. Esa necesidad de causar un impacto está conectada con la concepción de Pedrosa sobre el cine y la fotografía.

“Creo que es un arte que busca contar un poco la condición humana y cómo conectarnos con diferentes historias, ya sean esas que se acercan a la realidad o las que se acercan a la imaginación”, dijo Pedrosa.
Cree que el cine es el medio para contar historias únicas porque todas las personas tenemos una historia que contarle al mundo. El cine es el medio más apto para narrarlas por la yuxtaposición de una imagen detrás de otra. Además, le puede agregar música, que es otro tipo de arte con el que tiene una conexión muy cercana porque también es músico.
Siempre ha estado envuelto en la música con su papá y su familia. Como entiende este arte desde otro lugar más personal, eso automáticamente le ha servido mucho para contar y documentar historias de artistas musicales. Esta combinación armoniosa de distintas disciplinas artísticas en la forma de imágenes con sonido se liga fuertemente por su gusto personal por tomar riesgos.
Le gusta decir algo que no todo el mundo se atreve a contar. Se cuestiona todo el tiempo si él debería ser quien está contando una historia específica, pero por eso también le gusta mucho ese reto personal. Porque se reta a sí mismo y a las personas que ven sus historias cinemáticas y humanas.

Para que el público pueda experimentar esas historias disruptivas e inmersivas, hay que entender el proceso creativo de Pedrosa.
“El proceso es analizar qué tenemos en las manos. Qué es lo que queremos comunicar. Siempre se tiene que tener un propósito. Qué se quiere decir”, dijo Pedrosa. “Y una vez que sabemos lo que queremos decir, ya sea para una marca o para un artista, el proceso es sentarte a cambiar ideas”.
Luego, arma diferentes grupos de trabajo donde intercambian ideas con los artistas. Empiezan a tirar distintas ideas y dicen qué piensan. Se destruyen las ideas y se crean nuevas hasta que exista algo que les apasione. Que les llame la atención. Después, sigue el guion, que puede ser una descripción de imágenes, diálogos y luego, los aspectos técnicos de la producción.
Implica entender cómo van a lograrlo. Si se va a hacer en un set. Qué requieren. Qué presupuesto tienen. Se trata también de saber qué recursos tienen disponibles del cine: vestuario, iluminación, diseño de producción, escenografía, fotografía, los tipos de lentes y el tipo de cámara.
Aparte de la parte técnica, la parte cinemática que genera una reacción emocional fuerte, es muy importante para Pedrosa. Dijo que sufren tanto en el proceso – en el buen sentido – que cree que ese esfuerzo y sacrificio del equipo se siente en la obra final.

“La pasión que se le pone a cada segundo de la pieza y cuando haces las cosas con pasión y honestidad, creo que se logra algo que se transmite cuando ves las piezas”, dijo Pedrosa. “La gente ve un minuto o tres minutos de una pieza audiovisual, pero nosotros llevamos ahí meses o días o demasiadas horas o noches sin sueño”.
Al final, cree que la gente se lleva la recompensa de todo lo que trabajaron para crear una pieza audiovisual corta. Esa pasión y honestidad se nota en lo videos musicales “Quiero ser baladista” de Residente con Ricky Martin, “313” de Residente con Silvia Pérez Cruz y Penélope Cruz, la versión de “313” en el Museo del Prado, “La Receta” de Tego Calderón, “Tu rumba” de iLe y la experiencia inmersiva “BATEY” para el Bad Bunny Experience durante la Residencia de Bad Bunny.

En el caso de “Quiero ser baladista”, es una historia en blanco y negro que juega con distintos elementos visuales y musicales. Es un juego entre los artistas puertorriqueños Residente y Ricky Martin, quienes crean música muy diferente, pero de un mismo alto calibre que ha definido la cultura global. Pedrosa tuvo la oportunidad de codirigir el video con Residente.
Es un video que tiene todo un trasfondo, según Pedrosa. El concepto era que Residente dejaba de ser rapero y se iba a salir de la tiradera, que es una canción “cuyo propósito es atacar verbalmente a otra persona, generalmente a otro artista”. Dejaba eso y quería ser un baladista.
Por eso aparece Ricky Martin, quien hace un papel inesperado de villano y sale cantando con la voz de Residente.
“Qué mejor persona que Ricky Martin como para contar eso. Un baladista por excelencia súper exitoso en el mundo pop. Y más que nada, era como que el baladista: ah, tú eres tiradera. Tú matas a los raperos con tus líneas. Ah, yo te voy a matar con las baladas”, dijo Pedrosa.

Ese juego entre distintas disciplinas artísticas y géneros musicales es algo muy característico del arte de Pedrosa. En el video musical de “313” de Residente con Penélope Cruz y Silvia Pérez Cruz, Pedrosa participó con World Junkies como casa productora y editor. La pieza fue dirigida por Residente.
Este video musical es de esas obras de arte que generan una interacción inmersiva con el público, pero también es el tipo de pieza que le pone los pelos de punta a cualquiera que lo vea. Fue filmado en el Palacio Real de la Granja de San Ildefonso en Segovia, España. Todo lo que ocurre alrededor de esa historia visual es meramente arte. Desde la actuación de Residente y Penélope Cruz hasta la danza contemporánea de las bailarinas y la locación.
Pedrosa recordó que fue un proceso muy duro por ser un video muy ambicioso. Dijo que se batalló contra viento y marea para lograrlo.
“Yo hice hasta cámara un día. Se editó. Corrimos. Llovió. Cayó nieve. Salió el sol”, dijo Pedrosa, riéndose. “Fue una locura de proyecto, pero fue un proyecto súper lindo y bueno, como casa productora, es lo que te puedo decir o como editor. Ganamos un Latin Grammy. Fue súper especial, pero eso es una idea completamente de Residente y una ejecución impecable como director”.
Fue una pieza donde literalmente crearon arte sobre arte. Pasaron mucho tiempo en España y Pedrosa dijo que todos los días se levantaba para crear. También pasaba en reuniones para ver cómo lograban las ideas que tenían. En el álbum al que esa canción pertenece – “Las Letras Ya No Importan” – se trabajó visualmente de una manera que a Pedrosa le encantó. Implicó colaborar con actores y actrices de mucho renombre de España y crews del mundo del cine fenomenales, cómo él dijo.

Esa canción en particular también tiene otro video o extensión filmado en el Museo Nacional del Prado en Madrid, España. Residente, junto con la cantante española Silvia Pérez Cruz y la violinista italomexicana Noemí Gasparini, hacen un performance impecable con el acompañamiento de las obras de Diego Velázquez y Pedro Pablo Rubens en el fondo.
“Eso era un proyecto de continuidad como performance. Eso era un live. La diferencia es que ahí están cantando en la grabación. Obviamente, como tú viste, ese álbum visualmente queríamos hacerlo como piezas de arte”, dijo Pedrosa. “Entonces, ¿cómo podemos colocar el mundo del video musical en un live performance que tenga el mismo valor estético?”.
Si se quiere, se podría decir metafóricamente que Residente, Pérez Cruz y Gasparini también son obras de arte en este video en particular.
“Me estás tirando pa atrás. Esa pregunta está complicada”, dijo Pedrosa, riéndose. “Yo no diría que son obras de arte, pero es un poco como estos humanos con alma y piel y corazón que están rodeados de arte. Que también es creación humana. No sé. Estamos cerca de la perfección con esta obra, pero al final seguimos siendo humanos y todo es efímero”.

Todo es efímero, pero el arte siempre estará ahí. El arte siempre está en el cine humano de Pedrosa. No importa el género musical de los videos musicales que esté dirigiendo. Pueden ser estilos musicales muy distintos, pero el principio de sus historias humanas retadoras y cautivantes están ahí.
Por ejemplo, para el video de “Tu Receta” del artista puertorriqueño Tego Calderón, los visuales son completamente diferentes. A primera vista puede parecer una pieza simple, pero hay elementos visuales que retan esa simplicidad.

“Ese proceso fue interesante. Parecía ser un regreso de Tego Calderón y para eso yo llegué con una propuesta súper diferente a lo que fue el video. Una propuesta más cruda. Más en el barrio. Más de Puerto Rico. En la calle”, dijo Pedrosa.
Pero luego habló con Calderón por unas dos horas. Él le expresó a Pedrosa que estaba en otro momento en su vida y quería algo más alegre. Eso hizo que Pedrosa recurriera a su creatividad para pensar en una idea donde pudiesen ubicar a Calderón de manera que hiciera contraste con la calle. También es importante entender que para Pedrosa, Calderón canta como un maestro y es el mayor exponente del género urbano.
A esa pregunta que tenía de dónde ubicarlo, llegó la respuesta de ponerlo en un campo de golf. Esa idea le encantó a Calderón y también se amarraba con mostrar al cantante como alguien que tiene ese swag (estilo) sin importar dónde esté.

“Tego es una figura afrocaribeña monumental. Creo que tenerlo a él ahí y sacarlo a este mundo blanco era el mensaje que queríamos explorar. Rompe con esa idea de los diferentes mundos, pero pertenecemos a todos”, dijo Pedrosa. “Tener a Tego ahí súper diferente, que no te lo esperas verlo a él ahí, creo que fue una manera cool de explorar esa figura de él”.
La exploración de la cultura e identidad afrocaribeña puertorriqueña es una constante en el cine humano de Pedrosa. En el video “Tu rumba” de iLe está muy presente y por eso es uno de los videos favoritos de Pedrosa.
“iLe y su equipo de trabajo, que son sus hermanos Milena y Gabriel Cabra, tenían una idea. Ellos querían hacer algo como un romance. Es un batey de bomba”, dijo Pedrosa.
En base a eso, Pedrosa se puso a escribir una historia y de ahí salió la idea de que dos personas enamoradas flotaran. Quería hacer algo mágico. También propuso que crearan ese romance visualmente sobre un espacio etéreo negro para conectar directamente con la exploración de los bailarines y músicos.

El espacio vacío tenía la función de no opacar a los bailarines y músicos. Pedrosa quería que el color del espacio en sí fuera de la gente que representa esa cultura, la cual está directamente conectada con la magia del romance a través de un tambor.
Este video en particular le sirvió de referencia para crear la experiencia inmersiva “BATEY” del Bad Bunny Experience durante su Residencia en el verano. Tanto el video como la experiencia inmersiva utilizan un fondo negro para que la audiencia se sienta parte de ese espacio con un piso de cemento. Las diferencias están en el vestuario que se utilizó y el género musical que se exploró.

“Esa canción de iLe, aunque no es una bomba como tal, parte de un ritmo de bomba. Creo que era un cuembé, pero obviamente tiene su onda digital. Es más lento”, dijo Pedrosa.
En cambio, en la experiencia inmersiva exploraron la bomba puertorriqueña, que es una música afrocaribeña típica de Puerto Rico. En esa ocasión exploraron un nuevo medio que no requería una pantalla plana, sino una pantalla tridimensional en forma de un círculo.
La idea era que la audiencia pudiese sentir que estaba dentro de un batey, que viene de la cultura Taína y es un espacio amplio donde los bailarines bailan rodeados por músicos. Además, en el batey también se hacían juegos o ceremonias espirituales.
“[En la experiencia inmersiva] habían 10 tambores y 10 bailadores. Nuestro propósito era que te sintieras ahí. Que te transportaras para que fueras parte de ese batey”, dijo Pedrosa. “Parte de que reconectaras con tus raíces afrocaribeñas y fue muy lindo porque no es el medio al que estamos acostumbrados”.
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Para generar esa experiencia inmersiva afrocaribeña, planificaron un juego de cámaras. Se filmó a dos cámaras al mismo tiempo apuntando a dos lugares distintos. Además, Pedrosa dijo que fue toda una logística con la música en vivo para que la audiencia lo sintiera real y vieran las manos que estaban tocando lo que el público estaba escuchando. Lograron tan bien ese impacto, que alguna gente lloró y bailó mientras lo veían y otras personas no querían salir de ahí.
La experiencia inmersiva es una de las múltiples piezas del cine humano de Pedrosa que busca causar un impacto emocional fuerte en la audiencia. Es un arte que mezcla muchas disciplinas artísticas y simultáneamente representa distintas identidades puertorriqueñas y latinoamericanas que corren en la sangre de Pedrosa.
“Subconscientemente siempre va a estar ese sentir ahí. Como te decía, yo soy muy orgulloso de mis raíces latinoamericanas y puertorriqueñas. Mi papá es mexicano. Mi madre puertorriqueña. Entonces, tengo ambos mundos muy presentes y en general, me siento muy orgulloso de ser latinoamericano”, dijo Pedrosa. “Creo que es importante darle voz al mundo latino que ha sido marginado por mucho tiempo”.
Para aprender más del cine humano de Alejandro Pedrosa, pueden seguirlo en Instagram como @worldjunkies. Él es uno de los múltiples artistas que no está participando directamente con el Centro Cultural de España en Costa Rica, pero quisimos contar su historia de cómo está creando arte y cultura extraordinaria en Iberoamérica.
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