Nannette Mariela García PARTE I

Elizabeth Lang

Fecha

4 de septiembre de 2025

PARTE I: Cómo Nannette Mariela García ilustra mundos mágicos

Desde pequeña, Nannette Mariela García sabía que el arte era algo intuitivo para ella. Es parte de su ser. Siempre estaba pintando, creando o haciendo algo con sus manos. Se dejaba llevar tranquilamente por el arte y con el tiempo, se dio cuenta que si lo deja de practicar no se siente feliz.

No se siente fiel a sí misma si no está en su vida porque quiere decir que se está distrayendo. Por eso, en el 2020 tomó la decisión inconsciente de volver a trabajar con pintura, que es algo que le causa mucha alegría. Porque la artista, diseñadora gráfica e ilustradora puertorriqueña está haciendo lo que siempre deseó: dedicarse profesionalmente al arte a tiempo completo.

“[Es] lo que me hacía feliz y lo que me hacía sentir profundamente desde pequeña. Porque desde pequeña yo pintaba en los exámenes de la escuela”, dijo García, riéndose. “Ilustraba las respuestas en vez de escribirlas. Terminaba un examen temprano y pintaba la parte de atrás de la página”.

El arte corre por sus venas y la llena de vida. Sacó su bachillerato en pintura y escultura en la Escuela de Artes Plásticas y Diseño de Puerto Rico y luego, obtuvo una maestría en administración del arte en Italia. Desde que tiene memoria, siempre ha sido sumamente creativa y piensa que el hecho de que ahora esté trabajando la ilustración mezclada con diseño gráfico es porque todo fue sucediendo orgánicamente. Porque ella no estudió diseño gráfico, pero lo fue amaestrando de manera autodidacta.

Siempre se vio atraída fijamente por los carteles y tipografías llamativas. Estaba inmersa y sumamente interesada por una estética vintage o vieja. Cuando estaba en Puerto Rico – antes de mudarse a Italia – trabajaba en el mundo de la pintura. Luego, en Italia, se dio cuenta que se estaba alejando creativamente de trabajar el arte con sus manos. Le hacía mucha falta poder crear físicamente.

“Yo viví allá en pandemia. En mi tiempo libre empecé a pintar porque me sentía inspirada y fue como: ah ok. Eso fue en el 2019 y 2020, que empecé de nuevo como a ilustrar y dejarme llevar por cosas que veía”, dijo García.

Se dejaba llevar por lo que veía cuando vivía en una finca en Italia. Se acuerda de ilustrar las alpacas que vivían ahí en el campo. Se imaginaba un mundo lleno de magia donde las ilustraba teniendo fiestas tomando té y les ponía nombres a los animales que pintaba.

“Tenía un ganso que se llama Ryan Gooseling. Él hacía fiestas de cenas. Entonces, todos tenían pun names [nombres chistosos] adorables”, dijo García, riéndose. “Y de ahí, como que empecé a ilustrar para clientes por recomendaciones de boca en boca. No estaba promoviendo mis artes ni nada, pero empecé a hacer cositas y, poco a poco, como que no sé”.

Explorando el maximalismo

Mientras estaba en Italia, lugar que García mencionó que se convirtió en su segunda casa, andaba caminando por las calles todos los días. Al estar en pandemia, salía a disfrutar de la soledad del lugar y apreciaba la belleza de estar en un país artístico. Disfrutaba de la arquitectura y el arte mientras estaba sola. Iba a la Galería Uffizi en Florencia y se quedaba admirando sus techos.

Quería poner una cama en el piso de la galería para quedarse viendo eternamente los frescos detallados. Sencillamente caminaba, tomaba fotos del techo y apreciaba las composiciones maximalistas que utilizaban todo el espacio.

Miraba detenidamente y cogía inspiración de la composición para su propio arte. Para unir el arte, el diseño gráfico y la ilustración en sus creaciones. Le gusta entrelazar las tres disciplinas como si fuese un rompecabezas. Son un complemento entre sí y es lo que le ayuda a crear estos mundos mágicos que llevan a la audiencia a otros lugares a través de texturas, lápices, bolígrafos y acuarelas que se sienten antiguas.

“Por ejemplo, una de mis piezas favoritas es del Bosco. El Jardín de las Delicias. Esa pieza puedo estar mirándola horas. Tiene tantas imágenes, que eso fue algo que me llamó mucho la atención y es algo que me inspira”, dijo García. “Me conmueve eso de hacer algo tan cargado. Mucha simbología. Muchas piezas. Me gusta que algo se vea que tiene una historia antecedente. Como algo tangible. Algo antiguo”.

Esas sensaciones de antigüedad en la contemporaneidad las logra porque ella fluctúa entre la tradición y lo contemporáneo. Como artista, le gusta tomar inspiración de lo cotidiano, pero también de la década de los noventas, tiempos en los que era niña. Le gusta atar la música popular, la vida cotidiana y hacerlo un poco jovial sin quitarle la seriedad que tiene.

Le gusta combinar lo vintage, lo retro, el movimiento contemporáneo y temas de la actualidad que le importan. Por eso, cada vez que crea un afiche o cartel en acuarela, tiende a hacer las primeras ideas como bocetos rápidos en lápiz. Para así tener un sentido de lo que quiere comunicar. Luego, le enseña a sus clientes el trabajo y si es un proyecto personal, ella sola decide qué hacer.

Después, a García le gusta buscar imágenes de referencia con ideas para la paleta de color que quiere trabajar. Busca libros para dejarse llevar por los colores y temas que va a ilustrar. Una vez que eso está establecido y el boceto está claro, empieza a dibujar el resultado final. Trabaja con las acuarelas, pero pinta cada elemento por separado.

“Todas las imágenes son como una ilustración por sí sola. Luego, lo pinto, lo digitalizo en Photoshop y las hago en PNG. Son como stickers y ahí entra el lado del diseño, que sí utilizo la computadora”, dijo García. “Para entonces, ir formando ese visual que utilizaría. Finalmente, después de que está basado en el sketch [boceto] que hice inicial a lápiz, pues, todo es como un rompecabezas para crear lo que quiero que se vea al final”.

García dice que es un proceso un poquito largo porque le gusta la atención al detalle, tener opciones y la facilidad de cambiar cosas dentro de la composición. Le gusta poder mover los elementos hasta tener una composición que sea al cien por ciento lo que quiere. Al estar moviendo constantemente las distintas piezas del rompecabezas, deja un espacio para los errores y cambios de opinión.

En ese juego visual gráfico e ilustrativo, también se deja llevar por el concepto. A veces lo desarrolla mientras lo está trabajando o a veces el concepto viene antes de crear el arte. También, muchas veces depende de lo que el cliente quiera, pero en varias ocasiones, García tiene mucha libertad para dejar su imaginación correr a niveles impresionantes y exorbitantes.

La imaginación sin límites

Cuando estaba trabajando una pieza para una panadería en Puerto Rico llamada Panoteca San Miguel, corrió libremente con su imaginación para crear un mundo mágico de panes. La panadería tenía un evento en Chicago y a ella se le ocurrió hacer un mapa antiguo de monstruos del océano.

“Pero todos los monstruos del océano eran hechos de pan. Hice un glosario que se llamaban los panomonster del pano universe por Panoteca”, dijo García, riéndose. “Hice investigación de todos estos monstruos que existían antes. Que la gente pensaba que eran reales. El kraken o qué sé yo. El baguetthan. Que es un baguette. Que es como una serpiente del océano”.

En ese juego de palabras, conceptos e ilustraciones, García se enfocó en atar las historias reales para convertirlas en algo nuevo, divertido y mágico. Le gustó mucho crear e imaginar un mundo lleno de monstruos de baguettes o adaptar sus nombres a pan de masa madre. Son sus mundos mágicos donde la imaginación abunda libremente. Donde lo tradicional se mezcla con lo contemporáneo para crear  ilustraciones con la sensación de libros antiguos.

Su estética tan particular es porque le han gustado las ilustraciones viejas. Le encantan los libros con ese tipo de arte y los libros de niños. Algunos de sus ejemplares favoritos son “Donde viven los monstruos” y “Alicia en el país de las maravillas”. Son de sus referencias predilectas para la inspiración y creación de sus mundos mágicos.

“Eso me encanta. Como que el poder uno transportarse a través del arte y de la ilustración a otra época. A otro momento. Eso fue algo que también, viviendo allá en Italia, vi tanto arte de esa época. Florencia es la cuna del renacimiento”, dijo García. “Fue gran inspiración sacar tiempo para ir a todos los museos constantemente. Ver el nivel de detalle y el nivel de creatividad que conllevaba crear estas piezas que estaban en los techos”.

La atención al detalle es un elemento vital del arte de García. Es lo que engancha al público a meterse a sus mundos mágicos. También es algo que le da versatilidad a García a la hora de trabajar en distintos medios y dimensiones. Ya sea pintando directamente en el papel de acuarela, vectorizando digitalmente el arte, creando para proyectar en una pantalla grande, imprimiendo en papel o hasta diseñando patrones en textiles para marcas de ropa.

La versatilidad es lo suyo y eso está claro con los estampados que hizo para el atelier puertorriqueño Eclíptica en el 2024. Necesitaba saber las dimensiones correctas para crear su arte y así enviarlo a producción. Para que pudiesen reproducir sus diseños sin que perdieran la calidad en las telas. Para que luego, las clientas de Eclíptica se vistieran con la magia de García con los majestuosos tigres, pájaros y dragones que dibujó para la marca.

La invitación del baby shower que cambió todo

La majestuosidad pintada con acuarelas no tiene límites para García. Es igual que su imaginación. Cuando un cliente define lo que quiere y hasta cierto punto, le da ciertas restricciones, ella encuentra el proyecto todavía más motivador y entretenido. Porque quiere decir que necesita retarse a sí misma hasta más no poder y dejar que su imaginación corra libremente para pintar la magia.

Esa pasión imaginativa se vio reflejada en la invitación del baby shower del director creativo puertorriqueño Janthony Oliveras y la influencer puertorriqueña Londra Miracles. Durante varios años, García estuvo trabajando con una compañía de eventos privados llamada Romantics Anonymous en Puerto Rico. Ella hacía el diseño de las invitaciones, los afiches y el branding. Dicha compañía fue contratada para hacerle el baby shower a Oliveras y Miracles.

“Me encanta porque ellos se sentaron y hablaron qué cosas ellos querían en la invitación. La pareja de Jan tiene una finca. Ella vende los huevos de su finca y tiene sus gallinas. El evento iba a ser en una finca”, dijo García. “Entonces, ella quería que hubiesen gallinas, maíz y quería que salieran sus dos perros salchichas. Ella quería pollitos, un sol, unas botitas de hule y caballos de paso fino”.

En eso, García se preguntaba cómo iba a hacer todo. Cómo iba a lograr crear una composición armoniosa con todos estos elementos. Además, tenían que estar con una tina de baño. Su colega del trabajo hasta le decía que no sabía cómo iba a hacer.

“Y yo ahí: woooow, esto va a ser increíble. Esto me va a encantar porque voy a ilustrar el motivo. El código de vestimenta para el evento era monocromático”, dijo García, emocionada. “Entonces, yo vestía a todas las gallinas y los pollitos en [colores] monocromáticos. Como que con indumentaria basada en piezas de Jacquemus. Como que en piezas de Chanel”.

Los pollos están vestidos elegantes. Hay una gallina disfrazada de sol atada a una grúa encima de la escena de caballos de paso fino. Los jinetes de los caballos andan vestidos con sacos monocromáticos y sombreros elegantes. Hay perros salchichas con tutús haciendo malabares. Hay perros salchichas con monturas de caballo con pollos elegantes como sus jinetes.

Además, la tina está en el medio y dice “bebé”. Esta tiene una escalera con un trampolín para hacer clavados donde una gallina se está lanzando al agua. Es una tina y una piscina para gallinas al mismo tiempo.

“Tiene un huevo gigante en el centro con la información. Con el sol arriba y como que atrás es todo como checker board [tablero de damas chinas] que parece maíz, pero es amarillito”, dijo García. “So, tiene un montón de cuadritos atrás y la idea es que se pareciera a maíz porque ella quería maíz. Así que esa fue la pieza que yo les hice”.

En esa invitación está la muestra más clara de que la imaginación de García fluye continuamente. El mundo es su inspiración. La saturación de elementos en la composición – o el maximalismo que tanto admira del arte clásico – es su emoción. La llevan a crear sin parar y contar historias por medio de sus mundos mágicos ilustrados.

Ella se lo gozó mucho creando esa invitación y fue muy divertido al tener que buscar referencias para generar la magia. No fue tan difícil porque su arte del pasado, en Italia en la finca en Florencia con las alpacas y los gansos, le sirvieron como punto de partida para esta pieza.

Pero también, esta pieza en particular se convirtió en una obra emblemática que la llevaría a ilustrar a Puerto Rico en el futuro. La llevó a la grandeza para crear una de sus siguientes piezas maestras que se convertiría en un arte popular icónico en Puerto Rico y Latinoamérica.

“So, es gracioso. Yo creo que algo les tuvo que haber comunicado como que: uuu, el poster se vería bien cabrón como que en esta composición”, dijo García. “Obviamente, es otra temática y con más seriedad porque no iba a estar vistiendo a gallinas. [Aunque] salen gallinas. Salen dos gallos y dos cotorras puertorriqueñas, pero nadie está vestido así porque es realista”.

Estén atentos la próxima semana para la PARTE II en donde exploraremos cómo García ilustró a Puerto Rico.

Para aprender más de cómo García crea mundos mágicos, pueden seguirla en Instagram como @nannette.mariela. Ella es una de las múltiples artistas que no está participando directamente con el Centro Cultural de España en Costa Rica, pero quisimos contar su historia de cómo está creando arte y cultura extraordinaria en Iberoamérica.