Fecha
17 de julio de 2025
Uno de los recuerdos más especiales que Emma Segura Calderón tiene de su infancia y adolescencia es el de su abuelita Daisy como costurera. De ahí se alimentó Segura Calderón con la idea de los hilos y agujas sin saberlo de manera consciente. Desde temprana edad siempre estuvo rodeada del arte en distintas formas como el teatro, el mimo y el canto.
En su vida nunca ha existido un momento donde el arte no esté jugando un rol importante. Cuando se graduó del colegio a los 17 años, entró a estudiar corte y confección. Ese fue su primer acercamiento a los textiles y era un lugar donde la artista visual, investigadora independiente y diseñadora textil costarricense se sentía muy bienvenida.
“Ahí se construyó una idea, una relación mía entre los textiles y el compartir la vida. De ahí, el textil tomó un lugar importante en mi vida. Estudié diseño de modas. Fue un escenario muy similar cuando estudié corte y confección. [También] estudié sastrería”, dijo Segura Calderón. “Esos universos del diseño relacionados a la costura fueron importantes en mi concepción de mundo”.
En los hilos y las agujas buscaba constantemente la libertad. En su adolescencia pensaba que el diseño de modas implicaba que nunca iba a tener que usar un uniforme ni vestirse de una manera específica. Iba a poder ser ella todo el tiempo. Se encontraba siempre en esa búsqueda de libertad, bienestar, expresión y poder hablar en primera persona.
Después de estudiar Diseño de Modas en el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y Producción Gráfica en el Byte Centro de Estudios, obtuvo su licenciatura en Arte y Comunicación Visual con énfasis en textiles de la Universidad Nacional (UNA). Actualmente, lleva más de diez años de estar formándose alrededor de los textiles y construyendo su lenguaje textil que también se traspasa a su vida.
En el arte encontró su propia voz que proyecta en distintos medios: textiles, instalación, videoarte, performance, escultura y dibujo. Entendió que no quiere hablar por nadie más, pero tampoco quiere que nadie más hable por ella. Por eso le interesa la potencia polifónica que tiene el arte.
Que el arte puede partir de necesidades o intenciones personales e individuales o a la inversa. Es esa combinación entre lo individual y lo colectivo. Ella nunca ve el arte como un ejercicio individual, sino como una construcción con otras personas.
“El arte para mí no está específicamente encerrado en un objeto. No sé si es una experiencia. Una forma de pensar la vida. Una forma de asumirse frente a la vida, pero creo que me interesa eso”, dijo Segura Calderón. “La posibilidad que tiene el arte de verse y pensarse”.
Es una forma de verse en la vista, el cuerpo, las sensaciones, lo intangible y lo inmaterial. Para Segura Calderón, el arte también es una forma en la que ha encontrado un lugar para permanecer en el mundo.
“No creo que el arte me haya salvado, pero creo que hay decisiones que he tomado que están relacionadas con haber dirigido un camino de sostener una práctica artística”, dijo Segura Calderón. “Que es lo que me permite estar aquí”.
El arte que visita en su ámbito privado también tiene que ver con cosas que asume como rituales y necesidades en su vida cotidiana. Por eso siempre que se define como artista, se remite a la frase de la activista argentina Maite Amaya: “no soy esencia de nada, soy carne que se está construyendo”.
“Creo que, como artista, lo que más me podría definir es decir que soy Emma Segura. Creo que eso. No pensaría en algo más”, dijo Segura.
En esa definición explora su proceso artístico para crear una obra. Sus piezas tienen muchos caminos, pero ha identificado la palabra y la voz como un elemento primordial cuando empieza a crear. Está en un ejercicio constante cotidiano donde habla sola. Eso después se convierte en una grabación o un texto para luego empezar a trabajar.
Una vez que ese paso inicial está terminado, va trabajando según las necesidades que vaya encontrando en cada obra. A partir de eso, se van dando las particularidades específicas en las piezas. Luego, pensar la búsqueda de materiales, técnicas e investigación tiene que ver con el diálogo con otras personas.
El proceso tiene su particularidad del tiempo de la aguja y el hilo, el cual se trata de la introspección que Segura Calderón hace dentro de su práctica artística. Se trata de las conversaciones que tiene con ella misma de manera lenta y pausada. No tiene una urgencia para una respuesta o solución. Tiene preguntas que no está buscando contestar, sino que le interesa orbitarlas y replanteárselas.
“También, no creo que llegue nunca a un resultado final, pero creo que es parte de un proceso que está más bien continuo”, dijo Segura Calderón.
Actualmente, su proceso continuo consiste en una práctica artística concentrada en hacer desde una intención que no necesariamente tiene una respuesta. Desde una intención que no ha terminado de descifrar que viene de un lugar más subjetivo del ser.
Segura Calderón explicó que esto es por su práctica autobiográfica o auto etnográfica donde no busca hablar de sí misma, sino que desde ella misma. Es la voz en primera persona con una investigación profunda del cuerpo, la identidad, el tiempo, la memoria y el espacio. Incluye un diálogo entre lo privado y lo público. También entre lo individual y lo colectivo. Es un diálogo constante donde Segura Calderón dijo que pueden percibirse dualidades.
Todos estos procesos están muy presentes en sus esculturas blandas que surgieron de una investigación en el 2019.
“Empezaron siendo cinco esculturas blandas que hice, que se titularon “Cuerpos territorios”. Partieron como una investigación de mi propio cuerpo. Entendido el cuerpo como un territorio”, dijo Segura Calderón. “Eso lo desarrollé en 2019 y fue como poner en perspectiva conocimientos que había adquirido durante todos los años anteriores de formación”.
Luego, entre el 2020 y el 2021, ese primer ejercicio se convirtió en dieciocho esculturas que hizo durante la primera parte de la pandemia. El propósito de la investigación era entender la escultura blanda como una extensión de su cuerpo. Un tipo de obra que le permitía hablar de su cuerpo sin poner su cuerpo específicamente ahí. Entender la escultura como un cuerpo vivido.
Eso luego terminó en exhibición en la Alianza Francesa en el 2021 y por ello, ganó el Premio Nacional de Cultura en Artes Visuales Francisco Amighetti en ese mismo año. La constante exploración de las esculturas blandas le trajeron otras experiencias y oportunidades a futuro.
Por eso, dos de esas esculturas son las que están participando en nuestra exposición “Abstractio Cuir” con el nombre “Gestualidades encarnadas: Cuerpos, territorios y memorias trans en deriva”. Esta es una instalación textil que consiste de dos esculturas: una de 21 metros de longitud y otra de nueve metros.
Una de las piezas es de su muestra “Itinerario trans*” del 2021 y la otra es del proyecto “Paisajes corpóreos identitarios” que presentó en el Salón Nacional en el 2023.
“Para esta expo en específico, había un deseo tal vez menos profundo en términos conceptuales. Tenía que ver con la intención de ver esas dos piezas interactuando en un espacio”, dijo Segura Calderón. “Para mí era interesante pensar el diálogo entre esas dos esculturas”.
Son dos obras que parecen una misma. Tienen su propia vida cuando alguien las observa en la sala de exhibición. A veces parece como un árbol con ramas extendidas, pero otras veces parece un ser vivo con su propia personalidad. Siempre llama la atención. No solo por su tamaño tan grande, pero por los cabellos bordados y su color blanco con tintes en tonos rojizos y ocres.
Es una obra que le habla al público con solo existir y que genera mucha curiosidad. Cuando hay niños y niñas presentes, también crea mucho interés en saber qué es por todos sus distintos elementos. Es una experiencia visual y sensorial, pero una de las partes que más llama la atención es el cabello.
Hay dos tipos de cabello: el natural y el sintético. Segura Calderón llamó al cabello natural como propio y al sintético como apropiado. El cabello propio es suyo y de su madre. El apropiado lo compró.
“Fue en esa investigación que tenía que ver en pensar mi cabello como algo que era natural. Que me era mío. Que nacía de mí. Que, por tanto, era mi cuerpo, pero el cabello sintético tenía que ver con una investigación que estaba haciendo que se tituló “Itinerario trans*”, dijo Segura Calderón. “Fue mi tesis de licenciatura de la carrera de arte y comunicación visual y que posteriormente expuse en el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo en el 2022”.
Además de jugar con los cabellos, Segura Calderón también quería traer a la conversación otro tema.
“Una de esas esculturas forma parte de “Itinerario trans*” y el cabello sintético era porque yo estaba hablando de la experiencia trans de la identidad y del cuerpo trans”, dijo Segura Calderón. “Hay muchos enunciados que hablan del cuerpo trans como un cuerpo equivocado o como un cuerpo que no es natural. A mí me gustaba yuxtaponer las materialidades sintéticas con las naturales como para hacer una conversación sobre eso”.
El cabello le sirvió como medio para hablar desde ella misma sin necesariamente hablar de sí misma. Su experiencia como mujer trans se ve reflejada en su arte como resultado de una decisión muy consciente de hacer evidente su vida.
Cabe dentro de su propósito de hablar en primera persona al ocupar espacios artísticos donde puede mostrar la experiencia de personas trans. Sus ejercicios artísticos que parten de lo individual son llevados a lo colectivo, lo cual forma parte de una memoria incipiente de lo trans.
Junto con esa experiencia personal, también está el elemento compartido del cabello con su madre. La incorporación del pelo no es tan simple como se ve. Segura Calderón quería incluir una perspectiva autobiográfica en sus obras sin tener que escribir relatos de su vida, pero al mismo tiempo quería depositar su cuerpo de alguna manera.
“Para mí fue como pensar que estaba trabajando con textiles. Con hilos. Con agujas. Entonces, el cabello podía funcionar como un hilo. En el 2018 me había rapado la cabeza como pelona y desde esa fecha y en ese proceso en que mi pelo iba creciendo, lo empecé a guardar”, dijo Segura.
En el 2020 hizo su primer bordado con el cabello y curiosamente, recordó que cuando estaba pequeña, su madre también guardaba su pelo. Esa acción despertó varias conversaciones entre Segura Calderón y su mamá al darse cuenta que se estaba repitiendo un mismo comportamiento familiar de manera inconsciente.
“Creo que precisamente esa complicidad. Un poco lo del cabello. Que no tiene una explicación. Que está ahí como una cosa graciosa. A la vez íntima, afectiva y como sin sentido, pero a la vez muy llena de sentido”, dijo Segura Calderón. “Me ha llevado precisamente a este otro tipo de ejercicios que sigo ahí en exploración y no sé a dónde me van a llevar”.
Esto la ha llevado también a darse cuenta de la importancia que su madre tiene en la construcción de su identidad. Su mamá es una figura de feminidad que siempre admiró muchísimo y al colocar su cabello en sus obras, tiene que ver con entender que la propia historia de Segura Calderón está construida de otras personas.
Esa introspección profunda es parte de su arte abstracto que participa en nuestra exposición donde se habla de la relación entre lo abstracto y lo queer. Una relación que Segura Calderón entiende como una manera de salirse de lo convencional. Es un lugar donde lo abstracto y las personas queer plantean el desplazamiento, las fugas, lo inestable y lo que no es rígido.
Es arte que es parte de un espacio para la comunidad LGBTIQ+ que ella cree muy importante. Se colocan preguntas y voces que tal vez no han tenido un lugar previamente. Permiten una confluencia de muchas formas de enunciaciones muy distintas.
“Sí considero importante el hecho de que la exposición se plantee desde ese lugar porque le abre espacio a voces que históricamente no han tenido lugar”, dijo Segura Calderón.
En ese espacio, Segura Calderón presenta su arte textil que habla de su experiencia de vida por medio del uso de algodón, polifibra, cabello sintético y natural bordado y tinte natural. Es un arte que engancha al público por sus texturas inusuales y llamativas. Es arte textil que causa curiosidad por la tridimensionalidad que lo trae a la vida, pero que también le genera una sensación de bienestar a Segura Calderón.
“El haber insistido con mi práctica artística todos estos años me ha permitido estar en el lugar en el que estoy. Que en este momento me puedo permitir caminar más despacio. Llevar los procesos con más calma y procurar el bienestar en mí”, dijo Segura Calderón. “Creo que el arte y mi práctica artística me plantean la intención de sostener el gozo en la vida como algo importante”.
Si quieren aprender más sobre el arte textil de Emma Segura Calderón, pueden seguirla en Instagram como @disidentadisidente. Segura Calderón está participando en nuestra exposición “Abstractio Cuir”, que entiende el arte abstracto como medio de expresión y libertad. La muestra está disponible hasta el 21 de septiembre de 9:00 a.m. a 9:00 p.m. en nuestro Centro.
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