El diseño jocoso de Reguetón Renacentista

Elizabeth Lang

Fecha

20 de noviembre de 2025

Las opiniones aquí expresadas son exclusivas de las personas entrevistadas y no reflejan necesariamente la postura y los criterios del Centro Cultural de España en Costa Rica. 

Las hermanas Paula y Catalina Meléndez Munar crecieron en una familia donde las mezclas culturales siempre han sido naturales e innatas. Su papá era costeño de Cartagena, Colombia y su mamá es del interior de la ciudad de Bogotá. Por el lado de su papá, se criaron con una cultura muy caribeña y por el lado de su mamá, aprendieron de una cultura muy citadina y bogotana.

Esas combinaciones tan presentes en su casa, hizo que las diseñadoras y artistas colombianas vieran la coexistencia de culturas completamente distintas como algo normal. Nunca se lo cuestionaron realmente y simplemente es parte de su ser. Por eso, Paula y Catalina – sin darle mucho pensamiento – un día cualquiera en el 2019 decidieron crear Reguetón Renacentista.

“A veces creo que las personas tienen muchas expectativas de que fue un proceso muy místico que pasó para crear Reguetón Renacentista, pero en realidad todo empezó un día muy casual en nuestra casa”, dijo Catalina riéndose. “Yo creo que yo llegué a la casa y mi hermana me dijo: oye, ¿por qué no hacemos una cuenta de memes de reguetón? Bueno, con letras de reguetón y obras del renacimiento”.

Empezó con un concepto de “cuenta de memes”, pero nunca ha sido un meme. Es diseño gráfico en forma de “obras de arte maridadas con pinturas renacentistas”, como dice la biografía de la cuenta en Instagram. También es diseño gráfico que se podría interpretar como arte que utiliza las redes sociales como su lienzo y su medio de difusión para llegarle a un público masivo.

Es arte porque crean sus piezas a partir de la mezcla distintas disciplinas como la música y la pintura, aunque sus creadoras no lo consideren arte ni tampoco se consideran artistas o diseñadoras. Paula estudió diseño industrial en la Pontificia Universidad Javeriana y trabaja en la industria de la moda. Catalina estudió diseño en la Universidad de los Andes y trabaja como diseñadora UX.

Ambas tienen cierto conflicto con llamarse a sí mismas artistas y diseñadoras.

“No sé si es como por la concepción como estructurada del arte. Quizás siento que es muy en contradicción en lo que hacemos en Reguetón Renacentista”, dijo Catalina. “Siento que soy un poco purista con eso y por lo mismo, creo que no me definiría a mí misma como artista. Pero sí puedo llegar a considerar por qué sería arte lo que hacemos. Lo veo como una contradicción”.

Por su parte, Paula siente que le cuesta reconocerse como diseñadora, pero al mismo tiempo piensa que es algo que ella simplemente es. Que, si no hubiese estudiado diseño, igual seguiría teniendo esa sensibilidad tan viva y ese gusto natural por cierto tipo de estéticas y expresiones estaría presente de manera inherente.

En el caso de ambas, su sensibilidad innata no la ven necesariamente expresadas en una creación tangible. Pero en Reguetón Renacentista esa sensibilidad es obvia para cualquiera que aprecie su diseño gráfico. El proyecto – hasta cierto punto – es el alter ego de ellas. Es un brazo y una extensión de las hermanas en donde pueden tener una opinión más firme de sus convicciones.

Las obras maridadas en el museo de los recuerdos

Por eso lo definen como obras maridadas con pinturas renacentistas. Donde las obras maridadas son las canciones de reguetón y el perreo, específicamente, de los noventas y los dos mil.

“Para nosotras Reguetón Renacentista se volvió como esas canciones que tú guardas en tu museo”, dijo Paula. “En el museo que hay en tu memoria y como esas canciones que merecen estar en ese museo de tus recuerdos”.

A raíz de ese concepto, entendieron el poder súper fuerte de la nostalgia por el reguetón y las pinturas del renacimiento del pasado. También se enfrentaron con la pena que en algún momento sintieron por hablar del reguetón y del orgullo por gustarles este género musical.

Luego, en algún momento tuvieron una ruptura con ese sentimiento y “gusto culposo” por el reguetón.

“Y dijimos como que: no. La obra en realidad es una frase de Wisin y Yandel. Es una frase de Daddy Yankee. Es alabar un beat de Tainy”, dijo Paula. “Y entendimos que obviamente nos encantaban las obras del renacimiento. Nos parecen hermosas, pero sentimos que en este momento lo que tiene más valor es como la nostalgia de ese tipo de canciones que publicamos”.

Por eso, a la hora de crear una de sus piezas que mezcla estos tipos de arte tan diferentes, el proceso requiere de una curaduría e investigación bien tediosa y detallada. Requiere que Paula y Catalina afinen su ojo crítico y refinen su escucha activa. Antes de empezar ese proceso, ambas tienen que tener muy claro qué significan el reguetón y las pinturas renacentistas para ellas.

“Para mí, el reguetón es como – así muchas personas puedan no estar de acuerdo y se puedan ofender al extremo con esto – yo siento que es una expresión de Latinoamérica unida y que creo que nos ha puesto como en el ojo del mundo”, dijo Catalina. “Que si bien, puede que tenga sus grandes peros, sí siento que culturalmente muchas personas crecieron con esto y ahora hace parte de algo que compartimos como latinoamericanos y que es nuestro”.

Además, ambas piensan que el reguetón se liga con la experiencia compartida de Latinoamérica. Es algo de Latinoamérica que también es reflejo de las situaciones sociales complejas. A pesar de las dificultades de la región, creen que el reguetón también permite a las personas tener el derecho a disfrutar y todo eso lo explican desde un punto de vista como consumidoras del género musical.

“Es que ese es el mensaje. Por más controversial, por nuestra herencia latina, que igual estamos bailando una canción mega funable [cancelable]”, dijo Paula. “Esto del disfrute y de la cultura latinoamericana, no está como de la mano con la industria del reguetón desde su producción y menos, con la distribución actual porque ya ahora el reguetón no es lo que era al inicio”.

Su consumo y gusto por el reguetón también sucede de manera muy natural por ser de Colombia, país que se ha convertido en uno de los puntos del mundo donde la producción de este tipo de música está más concentrada. Eso ha hecho que sea parte de la vida cotidiana de ellas y en parte, que también crecieran con él como un personaje más en sus vidas.

Que por más de que en algún punto de sus vidas sus padres no las dejaban escucharlo, la música simplemente se permeó en el ambiente en el que se desenvolvían. Saber que el reguetón les pertenece juega una contradicción y se une de manera armoniosa con su amor por las pinturas del renacimiento.

La relación entre el reguetón y las pinturas del renacimiento es tan clara para Catalina, que podría no tener sentido para otras personas.

“Esto que voy a decir, puede que también suene muy controversial, pero visto desde un punto de vista solo irónico, para mí el reguetón es a Latinoamérica como el renacimiento es a Italia”, dijo Catalina.

El proceso del reguetón renacentista

Con este concepto tan claro es que ellas crean las piezas de Reguetón Renacentista. Catalina piensa que el proceso es una ocurrencia del momento y algo bastante espontáneo. Para Paula, sí es algo que tienen bien curado desde la escogencia de las imágenes hasta la selección de las canciones.

En cuanto a las imágenes, tienen ya varias guardadas en una carpeta y se las envían entre ellas. Tienen una estética bien definida a partir de su ojo agudo. Desde un principio saben qué funciona y qué no. Escogen obras dentro de una variada selección de artistas como Sandro Botticelli, Tiziano, Miguel Ángel, Paolo Veronese, El Bosco, Rafael Sanzio y más.

Con respecto a las canciones, se esmeran en escoger frases que consideren icónicas. Esas que se queden en el museo de la memoria de las personas. Esas que sean memorables y que llamen la atención de quienes las siguen.

Tanto la escogencia de las frases y canciones, como la selección de las pinturas es lo que crea la estética que define a Reguetón Renacentista. Esta se reconoce por el uso de distintos tonos de rosado con tipografías blancas y las pinturas de fondo.

La paleta de color resulta de su decisión en querer que se supiera que son mujeres quienes están detrás de Reguetón Renacentista. También querían que se entendiera su perspectiva femenina del disfrute del reguetón retratada en acciones puntuales del diseño jocoso del proyecto.

“Como en el tipo de frases que elegimos. Por qué elegimos esa pintura. Por qué elegimos esa frase en específico. Por qué elegimos cierto tipo de emojis. Por qué publicamos ciertas frases”, dijo Paula. “Y elegimos a Venus como el símbolo de fertilidad, feminidad y sentimos que tal vez no lo decimos en la cuenta, [pero] sí configura en esa estética muy femenina sin decir que lo femenino sea, no sé, pelo largo, rosado”.

El humor jocoso

Sumado a la estética, algo particular que define sus obras multimedia, es este humor tan natural que probablemente conecta más con las personas. Es ese diseño jocoso que convierte las imágenes en algo absurdo, irónico y ridículo.

Paula piensa que una persona creativa, es una persona que tiene buen humor. Considera que ella y su hermana tienen buen sentido del humor y tienen la capacidad de encontrarle el chiste a cualquier cosa de manera rápida y veloz. Esa habilidad en particular les ha ayudado bastante.

Es otro elemento más de su sensibilidad innata.

“Por ejemplo, si tú le dices a un hombre: practique el doble machuca papas, te va a decir algo desde lo sexual. Desde la dominación. Desde ser el grande”, dijo Paula riéndose. “Pero podríamos decir: ¿por qué yo no puedo utilizar a Wisin como el machuca papas para promocionar un libro de cocina? Sabes”.

En ese diseño jocoso han encontrado que el reguetón también tiene muchas cosas ridículas. Logran ridiculizarlo tanto que llegan a un punto donde – irónicamente – terminan encontrándole una forma seria a lo que quieren comunicar. Lo han visto como un juego donde el reguetón se puede criticar – mayormente por su tendencia machista en el pasado – pero también se puede disfrutar desde un punto de vista gracioso.

Lo absurdo y ridículo del reguetón también tiene que coincidir con la escena chistosa que esté sucediendo en la pintura renacentista de elección. Lo jocoso se termina convirtiendo en algo serio al punto que distintas marcas e instituciones han confiado en Reguetón Renacentista para llegarle a un público mayor, ya sea por sus esperadas publicaciones de las piezas para principios de mes, el abecedario del perreo, el apoyo a distintas causas sociales o la difusión de eventos.

Estas variadas colaboraciones las han logrado Paula y Catalina por ser muy minuciosas con su curaduría. Escuchan el reguetón de manera muy estudiosa y con pinzas de cirujano para ver qué pueden sacar. Para encontrar eso que creen que podría ser interesante para su audiencia.

“Que es el caso, por ejemplo, de lo que publicamos cada octubre en el mes de la visualización o de la prevención de cáncer de seno. Por ejemplo, con Mírala bien”, dijo Paula. “Alguien te diría: sí, la canción de Wisin y Yandel. Pero también le puedes dar el giro a: revísate. Tócate. Prevengamos juntos y cosas así”.

En el caso del abecedario del perreo, la idea surgió para poder comunicarle al público su disfrute del reguetón. Poder compartirlo de una manera más divertida. Con las piezas de principios de mes, se trata más sobre la emoción del comienzo de algo nuevo. Esas piezas en particular han sido tan bien recibidas, que la situación se le salió de control a Reguetón Renacentista.

Tuvieron que cerrar el buzón de mensajes por la alta demanda producida por el público y, además, a partir de esa dinámica, saben que también han influenciado a artistas, disqueras, editoriales y librerías con la dinámica. Paula piensa que la conexión con esas publicaciones en particular viene de la necesidad humana y primitiva de creer y sentir la emoción por nuevos comienzos.

Desafiando el estereotipo

En cuanto a las colaboraciones con una casa editorial como Penguin Random House y una institución pública como el Banco de la República en Colombia, la historia es diferente.

“Recuerdo que ya cuando tuvimos el mayor impacto fue cuando en alguna ocasión, nosotras le escribimos a las personas de Ban Rep Cultural”, dijo Paula. “Es la red de difusión de cultura de museos de aquí de Colombia administrada por el Banco de la República, que es el banco más importante del país”.

Al empezar esa colaboración, Paula y Catalina se dieron cuenta que el trabajo en conjunto fue un hit. Además de tener las canciones de reguetón en las publicaciones, el Banco también estaba compartiendo las obras de las colecciones virtuales de sus museos estatales. Ellas creen que eso también les abrió los ojos a muchas personas, marcas y organizaciones en entender que, tal vez, en el reguetón hay algo que pueden utilizar para comunicarse con un público más amplio.

Porque Paula recordó que la primera publicación con el Banco le trajo alrededor de 200,000 seguidores nuevos a Reguetón Renacentista en un día. Algo que todavía consideran como un evento impresionante y creen que a raíz de ese post inicial, es en gran parte, el por qué ahora tienen más de 800,000 seguidores.

Con ese crecimiento abrupto y masivo, se dieron cuenta que Reguetón Renacentista se había salido del nicho inicial de las personas que disfrutan del reguetón. También se dieron cuenta que, si su público compartía reguetón con obras de arte, ya no era tan grave aceptar el gusto por el género musical que ha estado estereotipado por mucho tiempo.

“Es como, si una entidad tan importante como el Banco de la República o como Penguin, se relacionan con algo tan “bajo” como el reguetón, de algún modo, puedo validarme”, dijo Catalina. “Puedo permitirme escucharlo porque hay algo más grande que lo valida. Me puedo escudar detrás de algo intelectual porque no me hace como este estereotipo ignorante de reguetón”.

También, Catalina considera que esa validación externa por parte de una entidad pública colombiana fue chévere (bueno) para atraer personas. Permite no encasillarse, lo cual es algo muy Reguetón Renacentista.

“Como desafiar ese purismo de: es que por qué si escucho reguetón, entonces también tienen que decir que yo no leo. Que también soy ignorante. Que me gusta denigrar a las mujeres”, dijo Catalina.

A eso Paula agregó que en ocasiones han conversado con seguidores que estudian en Harvard, tienen doctorados y están en posiciones donde el reguetón llega desafiando fuertemente el estereotipo.

“Bueno, yo puedo ser mega intelectual. Entonces, ¿por qué no me puede gustar el reguetón? O no necesariamente tengo que ser el más intelectual para que me guste apreciar una obra [del renacimiento]”, dijo Paula.

Además de desafiar el estereotipo, Paula y Catalina estaban adelantadas en el tiempo. Actualmente, existen las tendencias donde se mezclan estéticas y sonidos del reguetón con arte más clásico, cosa que ellas vienen haciendo desde el 2019. Se mezcla un concepto que Paula aprendió sobre la “alta y baja cultura”. Según los hallazgos de Paula cuando escuchó un episodio del podcast Club de Fans de Shrek, la persona que diga que algo es “alta cultura” es porque tiene los medios para llevar una obra a un museo.

“Porque se relaciona con personas que van a ese museo. Que comen en los mismos lugares. Que escuchan la misma música. Entonces, ellos se autodenominan alta cultura”, dijo Paula. “Y todo lo que no sea ellos, pues, automáticamente es baja cultura. Entonces, realmente ¿qué es alta cultura y qué es baja cultura?”.

Al cuestionarse eso, Paula se permite preguntarse por qué no puede establecer qué es “alta cultura y baja cultura” para ella misma.

“O sea, para mí alta cultura puede ser escuchar los violines de Zun Dada. ¿Por qué no? Son violines”, dijo Paula. “¿Por qué es alta cultura cuando los estás escuchando en una sinfonía y por qué es baja cultura cuando los estás escuchando en Zun Dada? Sí, como ¿quién dice que no lo es?”.

Eso les permite no tenerle miedo a cuestionar a quien establece dichas etiquetas. Estas preguntas que Paula y Catalina se hacen constantemente son retratadas gráficamente en el diseño jocoso de Reguetón Renacentista y también son simplemente uno de los muchos elementos de su arte.

Es parte de un proyecto del que se sienten sumamente orgullosas. Lo que han logrado con Reguetón Renacentista también las hace pensar mucho en su padre.

“Nuestro papá murió ya casi hace seis años y él siempre vio que Reguetón Renacentista podía ser algo más”, dijo Paula. “Él veía que nosotras nos emocionábamos mucho porque teníamos 50 me gustas y él era como: ustedes pueden hacer algo más. Tienen demasiadas personas siguiéndolas como para que ustedes dejen eso solamente como para estar pendientes de los me gusta”.

El amor y pasión que ambas tienen por Reguetón Renacentista es lo que hace que sea un proyecto que conecta con una audiencia masiva. Es un diseño jocoso donde las obras de arte del reguetón están maridadas con pinturas renacentistas. Es un diseño jocoso que es una extensión de Paula y Catalina al apoyar causas sociales por medio de la mezcla armoniosa de música popular contemporánea y arte clásico. Es un diseño jocoso y un tipo de arte raro que es sinónimo de una experiencia compartida.

“Sentimos que nos gusta el reguetón, así como a otra persona le gusta el reguetón y lo compartimos. Eso hace que se enriquezca. Que a ti también te guste porque si solo fuéramos Cata y yo, pues, no tendría mucho sentido”, dijo Paula. “Que esa experiencia nos divierta y la disfrutamos todos. Por eso es que creció. Porque mucha gente la comparte”.

Para aprender más del diseño jocoso de Reguetón Renacentista, pueden seguirlas en Instagram como @reguetonrenacentista. Ellas son unas de las múltiples artistas que no están participando directamente con el Centro Cultural de España en Costa Rica, pero quisimos contar su historia de cómo están creando arte y cultura extraordinaria en Iberoamérica.